Buscas empleo, encuentras un aviso interesante y te apuntas. Te preparas con toda la fuerza para la entrevista, considerando la posibilidad de tener que realizar pruebas y competir con otros aspirantes en un duro proceso de selección. Pones todo de ti para ser el mejor, y lo logras, eres el elegido. Ese llamado que esperaste durante semanas finalmente llega “te hemos seleccionado para cubrir la vacante de…”, y te emocionas, pero al mismo tiempo comienzas a dudar… ¿Qué debo hacer? ¿Debo aceptar este empleo?
En internet se pueden encontrar cientos de consejos para preparar una entrevista laboral, organizar el currículum de forma adecuada o superar con éxito un proceso de selección, pero la información referida a la decisión final es realmente escasa. La posibilidad de descartar un empleo después de pasar por una selección parece extraña, pero existe, porque a fin de cuentas durante ese proceso uno puede llegar a percibir la realidad del empleo ofrecido, y así, decidir descartarlo.
¿Cómo saber si se debe aceptar o rechazar un empleo? Una buena idea hacerse preguntas, para finalmente alcanzar la respuesta buscada. Lo importante es responderlas de manera honesta, para garantizar que nuestra decisión final se corresponda realmente con lo que queremos. A continuación, te indicamos algunas de las preguntas que deberías hacerte para decidir si aceptas o no el empleo que te ofrecen:
1) ¿Podrá motivarme más que mi anterior empleo?
Tener un cargo más alto o un sueldo mayor no es lo único que importa, es fundamental hacer las cosas con motivación y entusiasmo, así que antes de decidir debes confirmar que realmente tienes la motivación necesaria para enfrentar este nuevo desafío.
2) ¿Podré demostrar lo que puedo hacer?
Es importante trabajar en un lugar donde puedas demostrar tus habilidades, donde te permitan crecer y no limiten tus actividades. Si consideras que no podrás hacer tu trabajo tal y como lo sabes hacer, es mejor que rechaces el empleo de forma amable.
3) ¿Me permitirá crecer como profesional?
Crecer como profesional no es lo mismo que acceder a un cargo más alto. El crecimiento viene acompañado de nuevos aprendizajes, contactos, momentos y recursos producidos. Puede que te ofrezcan un cargo más alto que el que acostumbrabas tener en tu trabajo anterior, pero aun así ¿te permitirá crecer profesionalmente? ¿aprenderás cosas nuevas? Si no es así, lo mejor será rechazarlo.
4) ¿Estoy de acuerdo con las políticas de la empresa?
Para ello debes conocerlas, así que si no hiciste la investigación correspondiente para el proceso de selección, es necesario que lo hagas ahora. Debes asegurarte de que podrás trabajar en la empresa, que sus políticas de trabajo no afectan tu metodología.
5) ¿Cómo se posiciona la empresa?
Seguro puedes encontrar algún ex empleado, o noticias sobre la empresa en cuestión. Intenta averiguar cómo se posiciona para saber si lo que te comentaron en la entrevista es realmente cierto o no. En todo proceso los reclutadores querrán hacerte sentir que su empresa es el mejor lugar para trabajar, por eso antes de aceptar el empleo debes intentar confirmar si esto es real o una mera ilusión.
A fin de cuentas... Si vas a lanzarte a un nuevo desafío lo mejor es que lo hagas con toda la energía y la seguridad de que realmente es el puesto ideal para ti. Si tienes dudas, lo mejor será buscar una forma cordial de rechazar la vacante ofrecida y seguir tu rumbo profesional en otra empresa.
Actualidad Laboral / Con información de Universia