El Consejo Nacional de Relaciones Laborales (National Labor Relations Board -NLRB-), despejó las dudas sobre si los conductores de Uber son empleados o contratistas al dar a conocer un memorando legal que concluye que estos choferes son definitivamente contratistas.
El National Labor Relations Board es una agencia federal independiente que protege los derechos de los empleados del sector privado de la economía, estén o no en un sindicato, para mejorar sus salarios y las condiciones de trabajo
Aunque el documento está fechado a mediados de abril, la decisión se hizo pública ayer y es un revés a los conductores que han luchado por ser reconocidos como miembros de la plantilla de la empresa.
El Departamento de Trabajo emitió una opinión similar en ese sentido con otros empleados de una compañía que al igual que Uber usa mercados virtuales para ofrecer servicios.
Para Uber es un alivio porque el hecho de no considerar plantilla o empleado (W2) al personal que hace el trabajo final, es parte intrínseca del funcionamiento de su modelo de negocio. En el capítulo de riesgos a los inversores en su salida a Bolsa, el hecho de que pudiera cambiarse la calificación contractual de los conductores de contratistas a empleados era motivo para repensar la estructura de la empresa.
Uber se ahorra así numerosos costos laborales ya que los contratistas no tienen la protección que la ley brinda a los empleados. No tienen derecho a salario mínimo, horas extras, vacaciones pagadas o seguro médico. Tampoco tienen derecho a formar un sindicato y tener un contrato colectivo.
La posición que toma el departamento de Trabajo y el NLRB es diametralmente opuesta a la apuntada por la Administración de Barack Obama en este sentido y transformará el futuro del trabajo conocido como gig.
El tema de los empleados en la economía colaborativa tiene un importante impacto en la condición de miles de empleados freelance en Estados Unidos y el mundo.
Actualidad Laboral / Con información de Empleo Futuro