Una investigación de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) encontró irregularidades y un desvío millonario, en el programa de tarjetas para los damnificados de los sismos de septiembre, denunció ayer lunes la ONG Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
“Según la pesquisa, el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) emitió múltiples tarjetas a nombre de 1495 beneficiarios. La autoridad bancaria documentó que, a esos plásticos se les depositaron 68,8 millones de pesos (unos 3,6 millones de dólares)”, explicó la organización.
MCCI contactó a damnificados cuyos nombres aparecen en hasta 34 tarjetas y detectó, incluso que algunos de ellos, pese a la supuesta recepción de ayudas, ni siquiera recibieron una tarjeta, a la que se depositan los fondos. En la comunidad de Tenochtitlán, en Villaflores (Chiapas), Reynaldo Molina Espinoza trata de que su casa de adobe siga en pie, cuatro meses después del terremoto del 7 de septiembre, de magnitud 8.2, con la ayuda de 15 mil pesos (789,5 dólares) que recibió a través de una tarjeta. Pero Molina Espinoza no sabe que, en los registros de Bansefi su nombre aparece en 34 tarjetas, a las cuales se les depositó un total de 510 mil pesos (26.842 dólares), denunció la ONG.
En una investigación realizada por la CNBV -a la cual MCCI tuvo acceso-, el nombre de Reynaldo Molina Espinoza aparece como parte de 1495 casos de damnificados de los terremotos del 7, 19 y 23 de septiembre en México -que dejaron cientos de miles de viviendas dañadas- y a cuyo nombre, Bansefi emitió muchas más tarjetas de las que tenían derecho. De acuerdo con esa pesquisa de 90 páginas, Bansefi emitió 4574 tarjetas para 1495 beneficiarios; es decir, se hicieron 3079 plásticos de más, que Bansefi usó para dispersar recursos en efectivo que ascienden a 68.8 millones de pesos (unos 3,6 millones de dólares).
MCCI localizó a cinco de esos once damnificados a cuyo nombre se emitieron entre 34 y 10 tarjetas. “Los cinco viven en comunidades marginadas de Chiapas, ninguno recibió tarjetas de más. Incluso, a dos de ellos no se les ha entregado ningún tipo de apoyo federal: ni una tarjeta”, apuntó la organización. Para contrastar datos, MCCI buscó dichas personas en una base de datos de damnificados por los sismos, a la cual se tuvo acceso, y en la cual aparece la totalidad de los once casos resaltados.
Después del sismo del 7 de septiembre que afectó sobre todo a Chiapas y Oaxaca, en el sur de México; el Gobierno federal anunció que, apoyaría la reconstrucción de las casas con recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), los cuales entregaría Bansefi a través de tarjetas de débito y monederos electrónicos. De acuerdo con este programa del Fonden, a todos los damnificados les tocaría solo una tarjeta de débito, para disponer de efectivo. Y solo a quienes presentaron “pérdida total”, les corresponderían dos plásticos: uno de débito y el monedero electrónico.
El 14 de noviembre, y a partir de los reclamos de damnificados que detectaron dinero faltante en las tarjetas que recibieron, Virgilio Andrade, director general de Bansefi, presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía), para que se investigara la posible clonación de los plásticos. Según se publicó entonces, las tarjetas distribuidas en Oaxaca y Chiapas eran de banda magnética y no de chip, lo que aumenta su vulnerabilidad.
La CNBV concluyó, a finales de diciembre, una investigación a Bansefi por las tarjetas repartidas entre las personas afectadas por los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017. En sus observaciones, “la CNBV menciona el hallazgo de los beneficiarios, cuyos nombres aparecen con más tarjetas de débito de las que les correspondían”.
MCCI solicitó entrevistas con autoridades de la CNBV y Bansefi. En ambas instituciones la respuesta que se obtuvo es que, debido a que es una investigación en curso, no les es posible hablar de ella.
Actualidad Laboral / Con información de El Carabobeño y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad