26-04-2022
Los entornos laborales atraviesan un momento de cambio. La pandemia y la evolución digital supusieron un gran auge del teletrabajo; conllevando cambios sustanciales en la distribución de la jornada. Ciertas rutinas que se creían asentadas y que tienen que ver con los horarios rígidos, el modelo de oficina convencional y las jerarquías; están dejando paso a una nueva realidad, que gira en torno al concepto de flexibilidad en su sentido más amplio. Y es en este contexto, en el que adquiere fuerza un concepto que será tendencia este 2022: el trabajo líquido.

Pero, ¿qué supone el concepto de trabajo líquido? Esta idea se traduce en una nueva forma en la que las personas se relacionan con su profesión; y cuyos principales pilares son la digitalización, la movilidad y la adaptabilidad horaria. De hecho, según la última encuesta realizada por LinkedIn, 7 de cada 10 trabajadores ya reclaman a sus empresas, tener mayor movilidad geográfica (poder trabajar en varias ubicaciones según sus necesidades); y al 73%, le gustaría disponer de un horario más flexible y adaptado.

Potenciar el talento

El trabajo líquido da solución a las demandas de los trabajadores, especialmente de aquellos vinculados con sectores tecnológicos. Ya que apuesta por potenciar sistemas de organización flexibles, que favorezcan el desarrollo del talento individual; y, por consiguiente, de la productividad a nivel global de la empresa. "Supone el grado más alto de 'libertad' y autonomía, tanto para las compañías como para los trabajadores. Con esta realidad líquida, las empresas pueden adaptar las tareas, objetivos y recursos humanos a las necesidades concretas, de los proyectos puestos en marcha en cada momento.



A su vez, los trabajadores adoptan un papel mucho más activo; dejando atrás las ataduras a un determinado puesto o cargo. Y son capaces de ir adquiriendo nuevos roles, desarrollando por tanto, diferentes habilidades que les permitirán descubrir nuevos horizontes y proyectos"; señalan desde Lexington, primera compañía del sector de espacios de trabajo flexibles en España, y que cuenta con oficinas en las principales ubicaciones estratégicas de Madrid y Barcelona.

La importancia de los espacios flexible para el trabajo líquido

En este contexto, Lexington destaca que "las empresas cada vez, se decantan más por un nuevo concepto de espacio: la oficina líquida, versátil y flexible; que pueda ser modificada según las necesidades del proyecto o del equipo de trabajo en concreto, que lo ejecute y que se adapte a cualquier imprevisto".

Los espacios flexibles se transforman al mismo tiempo que lo hacen los negocios; y es por eso, que son capaces de absorber las tendencias de trabajo más punteras. El trabajo líquido y los espacios de trabajo flexibles son la combinación perfecta, para abordar los desafíos del presente y del futuro.

Actualidad Laboral / Con información de El Economista España