En realidad, todos tenemos esos altibajos en nuestras carreras, y en cada uno de esos momentos tenemos que determinar si estamos pasando por un mal trance o si en realidad estamos cansados de ese empleo y necesitamos un cambio para mejorar nuestra situación.
Antes de renunciar y empezar a buscar nuevas oportunidades, prueba estas recomendaciones para que la pasión por tu actual empleo pueda resurgir:
Recuérdate a ti mismo por qué te contrataron
Puede ser fácil quedarse atrapado en la rutina diaria y perder de vista el panorama general. Recuerda el motivo por el que te contrataron en primer lugar y cómo lo deseaste al momento de ingresar a la compañía. Es necesario preguntarse si hay algo que realmente haya cambiado o si existe una mejor opción laboral. A veces, al recordarse a sí mismo las ambiciones profesionales y cómo tu actual empleo va a ayudarte a alcanzarlos, se puede recuperar el propósito para la motivación. Tienes que valorar que lo que estás haciendo en este momento no es tan agradable, pero es un paso necesario para llegar a ese propósito –en este caso, es recomendable mirar hacia abajo y analizar cuál será el siguiente paso para llegar lo más rápido posible–. Siempre teniendo en mente ese objetivo.
Darte una palmada en la espalda
Cuando se está en un puesto de trabajo por algún tiempo, es fácil perder de vista lo mucho que has progresado. Piensa acerca de lo difícil y brillante que lo encontraste cuando iniciaste. Las tareas que alguna vez viste complicadas, ahora las llevas a cabo con gran confianza y facilidad. Probablemente has recorrido un largo camino desde que entraste por primera vez en el mundo laboral y tienes un gran conjunto de habilidades para mostrar. A veces, sólo se tiene que mirar atrás para ver el viaje a lo largo de los años hasta el día de hoy. La mayoría de las personas exitosas tienen, al menos, dos cosas: seguridad o eficiencia.
Sube la apuesta
Si puedes realizar tu trabajo con los ojos cerrados, entonces no es extraño que te encuentres experimentando la desilusión laboral. Pasamos la mayoría de nuestro día en el trabajo, por lo que tu cerebro necesita alguna estimulación durante ese tiempo. Pregunta a tu jefe para asumir una mayor responsabilidad y –si realmente quieres probarte a ti mismo– una participación más amplia a través de diferentes aspectos del negocio. Si lo haces, no sólo te ayudará a cargar las pilas nuevamente; también le mostrarás a tu jefe que estás interesado en aprender y progresar, lo cual te pondrá en la mira rápidamente para una promoción laboral.
Sal de tu rutina diaria
Al igual que comer la misma comida todos los días, hacer la misma rutina frente a tu escritorio no es saludable, y conducirá rápidamente a perder el ánimo. Pronto encontrarás dificultades para distinguir los días. Muévete en cualquier lugar que puedas a tu alrededor. Sé voluntario en diferentes tareas, conoce gente nueva y sal de tu zona de confort. A veces, salir adelante nos provoca miedo y no nos permite destacar.
Encuentra a un mentor
Si te sientes perdido en tu trabajo y estás luchando para encontrar una motivación, trata de apoyarte en otra persona que creas que te puede asesorar. Puede ser muy útil encontrar a alguien en quien puedas particularmente inspirarte. Tu orientación puede proporcionarte estructura y dirección, lo cual te ayudará a reenfocar tu plan de carrera. Los mentores son ideales para el desarrollo profesional, y todos se benefician de ellos, sin importar en qué etapa de la carrera se encuentran.
Enfrenta tu negatividad
Eres tu peor enemigo. El pensamiento ocasional autocrítico puede descender rápidamente en un círculo vicioso e irreversible de negatividad, perjudicando tu productividad. Estos pensamientos negativos automáticamente son destructivos; se deben identificar y extinguir tan pronto se hagan evidentes. Al igual que tú eres tu propio enemigo, también eres tu mejor amigo. Reemplazar esos pensamientos negativos por positivos; reafirmarlos permitirá que descubras en tu persona a alguien más seguro, y posteriormente a alguien capaz de realizar mejor el trabajo.
Destaca tu conjunto de habilidades
Ninguno de nosotros es perfecto; todos tenemos capacidades y habilidades que podrían ser mejoradas. Impulsa tu función añadiendo tus cualidades –además, averigua si tu departamento tiene algún presupuesto para el aprendizaje y el desarrollo (sin embargo, hay un gran número de otras formas de hacer crecer tu puesto de trabajo)–. Mediante la mejora de tu conjunto de habilidades y conocimientos, no sólo añadirás valor a tu CV, sino que te convertirás en un verdadero activo para la empresa.
Rodéate de gente positiva
El entusiasmo y la negatividad son muy contagiosos, por lo que es importante rodearse de personas que destilen optimismo. En un “modo aspiradora”, un colega que se queja constantemente y pasa el tiempo mirando el reloj es probable que tenga un efecto perjudicial en la actitud de sus colegas. Optar por convivir con personas que están incrementando tu optimismo y pasión por tu trabajo hará que te sientas mucho más seguro en tu actual empleo.
Actualidad Laboral / Con información de Forbes México