El Parlamento iraní votó a favor de la destitución del ministro de Trabajo del presidente Hassan Ruhani, en una victoria para los intransigentes en medio de una crisis económica que se agrava, exacerbada por la restauración de las sanciones estadounidenses que se habían levantado con el acuerdo nuclear de 2015.
El presidente del Parlamento, Ali Larijani, dijo que 129 de los 243 legisladores votaron por la destitución del ministro Ali Rabiei. Sus detractores lo acusan de mal manejo, le atribuyen los problemas económicos recientes y dicen que no supo manejar las empresas afiliadas al ministerio ni crear tantos empleos como estaba previsto.
Sus partidarios pudieron rechazar un intento anterior de destituirlo en marzo y dicen que él no es responsable de la crisis económica iraní. Se prevé que Ruhani postulará a un nuevo candidato para el puesto en los próximos tres meses.
El gabinete iraní incluye cuatro ministerios vinculados con la economía: Trabajo, Hacienda, Industria y Comercio, y Agricultura.
Los intransigentes prevén interrogar a Ruhani en las próximas semanas acerca de la respuesta del gobierno a la crisis, en la que la moneda local, el rial, ha caído a niveles récord frente al dólar y la tasa de desempleo ha aumentado a 12,5% desde que el presidente Donald Trump se retiró del acuerdo nuclear en mayo.
Ruhani, quien recibió al canciller norcoreano Ri Yong-hu el miércoles, renovó sus críticas al retiro de Estados Unidos del acuerdo.
“Estados Unidos es considerado un país dudoso e inexplicable en el mundo que no cumple con sus compromisos”, dijo.