21-06-2017
Travis Kalanick dimitió el martes por la noche debido a las presiones de accionistas de Uber. El consejero delegado y fundador de la popular empresa de transporte privado ha enviado una carta a los inversores en la que anuncia su salida de la compañía en medio de la multitud de polémicas que la han dañado en los últimos meses. Un portavoz de Uber ha confirmado a AFP la dimisión definitiva de Kalanick. Su paso a un lado llega justo una semana después de que comunicara que se tomaba una baja temporal e indefinida para tomar aire y guardar luto por la muerte de su madre en un accidente tres semanas atrás.
"Amo Uber más que nada en el mundo y en este difícil momento en mi vida personal he aceptado la petición de los inversores de hacerme a un lado para que Uber pueda volver a crecer y no distraerse con otra pelea", afirma Travis Kalanick en un comunicado enviado al diario The New York Times, que cuenta que varios accionistas se habían mostrado molestos por los últimos escándalos y habían expresado su temor a abruptas caídas en su valor como consecuencia de estos.
Desde que en febrero estallara el escándalo de discriminación sexual y laboral y la investigación interna posterior, Uber ha sufrido un cúmulo de problemas y se han evidenciado políticas nefastas en la gestión de los recursos humanos y prácticas sexistas en el día a día.
La investigación la llevó a cabo la firma del exfiscal general de EE UU Eric Holder, que fue contratado a principios de año después de que una ingeniera de software alegara que la dirección de Uber había ignorado sus quejas y las de otras compañeras sobre situaciones de acoso laboral y sexismo por parte de sus superiores. A comienzos de junio, Uber despidió a 20 empleados como consecuencia de una segunda investigación sobre casos individuales de malas conductas relacionadas con el acoso sexual y psicológico y la discriminación.
Además de la polémica sobre su cultura corporativa, Uber tiene otros frentes abiertos: una querella de la matriz de Google, Alphabet, por el supuesto robo de información sobre coches autónomos y una investigación federal sobre sus operaciones de negocio. Recientemente, la compañía admitió haber retenido por error millones de dólares a sus conductores neoyorquinos durante unos dos años.
Uno de los inversores que pidió a Kalanick su renuncia de inmediato es Bill Gurley, uno de los principales socios de Uber. Lo hizo a través de una carta a la que han tenido acceso The New York Times y The Information. Bajo el título Moving forward Uber, Gurley reclamaba un cambio de liderazgo urgente. Kalanick decidió su marcha tras recibir esta misiva tan dura.
Uber funciona como aplicación en más de 80 países y tiene una valoración superior a los 60.000 millones de dólares. La gran incógnita está en si se podrá reflotar la empresa con una fuga de talento constante. Ahora mismo carece de director técnico, jefe de operaciones, presidente o director financiero.
Aunque los inversores hayan quitado a Kalanick el poder ejecutivo, sigue siendo uno de los socios mayoritarios y mantendrá, no obstante, un puesto en el consejo de administración de la empresa. Al igual que Mark Zukerberg en Facebook, Kalanick se guardó para sí un gran número de participaciones como fundador.
Desde hace más de dos años Uber coquetea con la posibilidad de comenzar a cotizar en Bolsa. La cantidad de conflictos legales abiertos en todo el mundo desaconsejan dar el paso. La mala gestión de gastos de los últimos trimestres no hace que esta posibilidad sea viable a corto plazo.
Horas antes de la dimisión se filtraban los planes de Uber para congraciarse con los conductores, colectivo que se siente especialmente molesto con una empresa en la que confiaron. A finales de julio, la empresa hará una gran actualización de la app que incluirá la opción de dejar propina al conductor o cobrar por el tiempo de demora hasta que llega el cliente.
Actualidad Laboral / Con información de El País