29-03-2017
La economía de Dinamarca lleva creciendo desde 2013 a un paso considerable. El último trimestre de 2016, el PIB aumentó en un 1,9% interanual, según datos de Eurostat. Estos años de expansión han llevado al mercado laboral al pleno empleo, algo que muchos países de Europa tardarán años en lograr o simplemente no llegarán a alcanzar.

Sin embargo, en Dinamarca temen que la economía siga progresando a un ritmo que requiera la creación de más empleo, porque ya no quedan personas dispuestas a trabajar dentro del país. El desenlace de esta curiosa situación puede ser un incremento rápido de los salarios que genere desequilibrios tales como la generación de burbujas o la pérdida de competitividad del país. Los salarios llevan años subiendo, aunque a un ritmo sostenible, por ahora.

Un boom moderado

Hace pocos días, el Banco Nacional de Dinamarca advertía de que "la economía se está dirigiendo hacia un boom moderado que está intensificando la presión sobre el mercado laboral... Observamos una presión creciente en algunos sectores, sobre todo en la construcción, donde el desempleo es bajo, y cada vez más empresas ven limitada su producción por la falta de mano de obra".

Ahora hay analizar cuáles son las opciones, ver si el país será capaz de atraer la mano de obra suficiente para satisfacer la creciente demanda de los bienes y servicios producidos en Dinamarca durante los próximos años, sostiene el banco central del país.

Los analistas de Danske Bank sostienen en un informe en el que analizan el crecimiento del país que "los salarios están creciendo en Dinamarca más rápido que en los países de alrededor, además, las rentas salariales se encuentran en máximos de los últimos años respecto a los otros factores de producción". Este fenómeno es radicalmente opuesto al que viven otros países de Europa.

Pocas personas disponibles

Las previsiones de este banco nórdico muestran que el empleo aumentará en unas 66.000 personas en los dos próximos años. Con unos niveles de desempleo como los actuales, "este incremento en la ocupación requerirá un crecimiento de la fuerza laboral casi del mismo tamaño". Es decir, Dinamarca necesitará que 66.000 daneses cumplan la edad necesaria para trabajar, que 66.000 extranjeros vayan a trabajar al país o una mezcla de ambas. El Partido Socialdemócrata ha defendido la apertura de oficinas de empleo en países como España, donde el desempleo es elevado.

Durante este proceso de transición en el mercado laboral "se pueden producir cuellos de botella que ejerzan una presión al alza sobre los salarios". Durante determinados momentos las empresas podrían necesitar aumentar sus plantillas y quizá sólo encuentren lo que buscan en otras empresas, por lo que se verán obligadas a incrementar los salarios para atraer al factor trabajo necesario.

Además, las negociaciones colectivas de los últimos años se han saldado con incrementos salariales nominales moderados, pero la inesperada desaparición de la inflación ha logrado que los salarios reales crezcan a un ritmo muy elevado. Estos incrementos en la renta disponible de los agentes, junto con otros factores, pueden ocasionar burbujas en los precios de los activos.

"El mercado de la vivienda está siendo impulsado por la recuperación económica, los ingresos crecientes y los bajos tipos de interés... Si los precios siguen subiendo durante varios años, esto puede crear burbujas inmobiliarias, especialmente en las zonas residenciales más caras", señalan desde el banco danés.

Ante esta situación, el Banco Nacional de Dinamarca recomienda una política fiscal lo más neutra posible: "La política fiscal no debe estimular aún más la demanda. Si el crecimiento se acelera, se necesitarán nuevas reformas incrementar la fuerza laboral y la productividad, pero es importante tener en cuenta que el potencial para realizar esto es limitado".

Actualidad Laboral / Con información de El Economista