Saber cuándo empezar una tarea, cuando finalizarla y cumplir en tiempos es uno de los problemas más cotidianos de todas las personas. Es por ello que el profesor de la Universidad de Harvard y doctor en Ciencias Sociales Arthut Brooks se ha tomado el tiempo para dar claves para mejorar este punto que a muchos les trae más problemas en el día a día.
El experto habla de cómo la gente siente que los teléfonos móviles y la hiperconectividad constante que permiten son más una atadura que una libertad y de cómo acabamos enganchados a mirarlos porque nos dan gratificaciones instantáneas, sin que nos paremos a pensar en la pérdida de tiempo que nos suponen.
Los consejos para no perder el tiempo y ser efectivos:
Programar el tiempo de inactividad
La mejor manera de lidiar con el problema de malgastar tiempo y oportunidades es no dejar las decisiones sobre el uso del tiempo para el momento en que comenzamos una actividad, cuando nuestra toma de decisiones puede verse distorsionada por la búsqueda de comodidad a corto plazo.
Brooks menciona el libro del escritor Cal Newport en el que recomienda una estrategia de productividad llamada ‘bloqueo de tiempo’, que consiste en tomar decisiones sobre cómo usar el tiempo por adelantado y cumplir con un cronograma.
Este método no tiene que limitarse al trabajo, sino que puede extenderse a otros ámbitos y estructurar toda la agenda diaria para no desperdiciar el tiempo.
Poner precio a los malos hábitos
En 2012, dos académicos de gestión de la Universidad de Toronto realizaron una serie de experimentos en los que pidieron a los participantes que pensaran en sus ingresos en términos de salario por hora.
Del mismo modo, como recoge Brooks, tenían que asignar un precio al tiempo que dedicaban a actividades de ocio. Al pensar en estos términos, la gente acababa por obtener menos felicidades de sus actividades de ocio.
Pensar en estos términos puede ayudarnos a librarnos de hobbies o actividades que, realmente, no nos gustan. Por ejemplo, pensar en el precio por hora que perdemos cada vez que estamos en las redes sociales puede ayudarnos a reducir el tiempo que pasamos inmersos en ellas.