Sentarse en un café y disfrutar un trozo de pastel. Eso es lo que Hans Rudolf W. más extraña de la vida que tenía antes de acogerse al retiro. Nunca imaginó que eso, que antes era normal, se convertiría en un lujo que no podría volver a permitirse. Este hombre de 77 años ahora pasa buena parte de su tiempo en el apartamento que comparte con su esposa en la ciudad de Bonn, en Renania del Norte-Westfalia. Con sus acogedores sofás y cortinas de encaje, el departamento de un solo dormitorio se siente como un hogar alemán típico. Pero el dinero del que dispone la pareja es escaso, y apenas cubre lo básico: comida, servicios y seguros.
"Desde que mi esposa se sometió a una cirugía cerebral ya no come mucho. Y bueno, yo tampoco lo hago", cuenta Hans Rudolf a DW. "Gracias a eso podemos llegar a fin de mes".
Trabajar toda la vida para vivir en la pobreza
Hans Rudolf W. empezó a trabajar apenas dejó la secundaria, primero en un banco, luego como taxista y vigilante. Cuando finalmente se jubiló, a los 60 años, todo lo que quedaba tras una larga vida de esfuerzo era una pensión de 335 euros (unos 370 dólares), una cantidad que representa apenas un tercio del umbral de la pobreza en Alemania. Inmediatamente solicitó la ayuda del Estado para solventar sus necesidades básicas, gracias a lo cual recibe casi 300 euros adicionales. Con eso, paga la mitad del alquiler. La otra mitad se cubre con la pensión de su esposa.
Proyecto para mejorar las pensiones
Casos como este se han vuelto cada vez más comunes en Alemania, donde cerca del 17% de los pensionados está en riesgo de entrar en la pobreza, según el Instituto Alemán para la Investigación Económica. La mitad de ese 17% requiere asistencia estatal para llegar a fin de mes. El problema es que esas cifras seguirán creciendo. Y debido a que las pensiones están directamente vinculadas con los ingresos que reciben los alemanes, los retirados que peor lo pasan son aquellos que fueron empleados de media jornada o tenían bajos salarios.
Por ello, este domingo 10 de noviembre, los partidos de gobierno se reunieron para finalizar un plan que podría aliviar la carga de muchos adultos mayores. El plan acordado por el Partido Socialdemócrata (SPD) y la Unión Cristianodemócrata (CDU) implica implementar un pago básico para los trabajadores de bajos ingresos, que hayan aportado al sistema de pensiones por al menos 35 años. El proyecto debería empezar a operar en 2021.
Pero los partidos aún no logran acuerdo en un punto central: la CDU de la canciller Angela Merkel, quiere que los pensionados demuestren que piden ayuda al Estado porque realmente necesitan de ella. Si, en cambio, poseen ahorros o tienen una pareja financieramente estable, dejarían de ser elegibles para este aporte estatal. Los socialdemócratas, que son los que idearon el proyecto de pensión básica, se oponen a que se incluya esta prueba.
Salir del bienestar social
Hans Rudolf W. espera que el plan se apruebe con o sin esa prueba que exigen los cristianodemócratas. De hecho, él ya debe demostrar al Estado que necesita la ayuda entregando comprobantes de ahorro, seguros y confirmando que ya no trabaja. Para él, lo más importante es aumentar sus ingresos lo suficiente, como para conseguir un estándar de vida un poco mejor y prescindir de la ayuda del Estado. "No me avergüenza recibir la ayuda del gobierno", dice. "Sin embargo, siempre queda una sensación extraña cuando dices que estás recibiendo asistencia social", reconoce.
Rudolf W. se considera afortunado, pese a todo. A diferencia de millones de otros pensionados alemanes, no tiene que acudir a un banco de comida. Pero sí, a veces, cuando tiene gastos adicionales que no puede solventar, asiste a organizaciones locales de asistencia comunitaria, donde puede obtener lo que necesita. Quizás ropa nueva, quizás un nuevo colchón.
Lo más importante es que no se siente solo. Tiene hijos, nietos y bisnietos que lo visitan a menudo, dice, al tiempo que muestra un mueble lleno con fotos de familiares que sonríen ante la cámara. Pese a ello, para él sería de gran ayuda que el plan de pensiones se haga realidad. Si tuviera un ingreso extra, dice él, "lo primero que haría sería llevar a mi esposa a la ciudad. No ha podido ir en mucho tiempo".
Actualidad Laboral / Con información de DW