La economía británica creció a su ritmo interanual más bajo en casi una década entre julio y septiembre; ya que la desaceleración global y las preocupaciones sobre el Brexit, afectaron a la inversión de las empresas y en la industria manufacturera, mostraron datos oficiales este lunes. Aunque la economía esquivó una entrada en recesión, el rebote en el crecimiento trimestral fue menor de lo esperado.
La producción cayó en agosto y septiembre, cuando Reino Unido parecía en riesgo de salir de la Unión Europea (UE) sin un acuerdo de transición. A falta de un mes para la celebración de elecciones anticipadas, el ministro de Finanzas, Sajid Javid, alabó lo que calificó como "sólidas" cifras de crecimiento, algo que fue criticado por el opositor Partido Laborista. "El hecho de que el gobierno esté celebrando un crecimiento del 0,1% en los seis últimos meses es una señal de lo bajas que son sus esperanzas y expectativas para nuestra economía", dijo el encargado de finanzas de los laboristas, John McDonnell.
Los economistas afirmaron que la prolongada incertidumbre política y el débil telón de fondo a nivel mundial, podrían llevar a que el Banco de Inglaterra recorte las tasas de interés el año próximo; incluso aunque el primer ministro, Boris Johnson, logre la aprobación de su acuerdo de Brexit antes del plazo del 31 de enero. "No hay nada que celebrar cuando escapas por poco de una recesión", señaló Tej Parikh, economista del Institute of Directors. "La economía británica lleva todo el año en modo parada-inicio, con un crecimiento afectado por los diversos plazos para el Brexit".
El crecimiento interanual del producto interior bruto (PIB) se desaceleró en el tercer trimestre desde el 1,3% al 1,0% registrado en el periodo abril-junio, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas. Esta cifra es más débil que la registrada en la zona euro, que creció en un 1,1%.
Actualidad Laboral / Con información de América economía