03-03-2021

El Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil sufrió una contracción del 4,1% en 2020 con respecto al año precedente. Lo que supone la tasa más baja de la serie histórica del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge) iniciada en 1996, derivado de los efectos adversos de la pandemia de Covid-19. La contracción histórica superó la caída del 3,5% registrada en 2015. No obstante, el dato de 2020 mejora los pronósticos del Fondo Monetario Internacional -FMI- (-4,5%).


En el contexto pandémico, solo el sector de Agricultura registró un incremento del 2% interanual en su actividad. En contraposición, la industria (-3,5%) y los servicios (-4,5%) registraron descensos en comparación con el año anterior. Los servicios prestados a las familias como el transporte, que pertenecen al segmento de otras actividades de servicios (-12,1%), fueron los más afectados por la distancia social instaurada a raíz de la pandemia.


El crecimiento de la agricultura durante 2020 se explica, por el buen rendimiento de la producción de la actividad agrícola; que compensó el débil desempeño de las actividades de ganadería y pesca. La soja (7,1%) y el café (24,4%) lograron una producción récord en la serie histórica.


En la industria, la construcción (-7%) volvió a mostrar una tendencia descendente en su actividad en 2020. Así como las industrias manufactureras (-4,3%), que se vieron influidas por la disminución, en volumen, del valor agregado de la fabricación de vehículos. De su lado, las actividades de electricidad y gas, agua, alcantarillado y gestión de residuos tuvieron una variación negativa del 0,4% con respecto a 2019. Si bien las tarifas fueron más favorables en 2020, el aislamiento social y la baja actividad económica fueron determinantes para el resultado negativo.


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Las industrias extractivas, por su parte, crecieron un 1,3%, debido al aumento de la producción de petróleo y gas, que compensó la caída en la extracción de mineral de hierro. En las actividades que integran los servicios, las variaciones negativas se dieron en otras actividades de servicios (-12,1%), transporte, almacenamiento y correo (-9,2%), administración, defensa, salud pública y educación y seguridad social (-4,7%), comercio (-3,1%), información y comunicaciones (-0,2%). En contraposición, se incrementaron las actividades financieras, seguros y servicios conexos (4,0%) y las actividades inmobiliarias (2,5%).


En el cuarto trimestre del año, el PIB brasileño descendió un 1,1% en tasa interanual y se expandió un 3,2% en la serie desestacionalizada con respecto al trimestre precedente. El PIB per capita cae un 4,8%. El PIB per cápita del país sudamericano retrocedió un 4,8% en comparación con 2019, hasta situarse en los 35.172 reales brasileños (5.131,2 euros), lo que implica la tasa más baja de la serie histórica.


De su lado, la tasa de inversión y la de ahorro mostraron expansiones en 2020. Así, la inversión se situó en el 16,4% del PIB, frente al 15,4% del año anterior, mientras que el ahorro fue del 15%, en contraste con el 12,5% del 2019. En el análisis del gasto, hubo una variación negativa del 0,8% en la formación bruta de capital fijo. El gasto de consumo de los hogares disminuyó un 5,5% con relación a 2019, principalmente, por el deterioro del mercado laboral provocado por la contingencia sanitaria. El gasto de consumo del gobierno, por su parte, disminuyó un 4,7%. Con respecto al sector externo, las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 1,8%, mientras que las importaciones de bienes y servicios cayeron un 10%.









Actualidad Laboral / Con información de América economía