La división de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), de Estados Unidos reportó los primeros resultados de un nuevo programa que persigue la explotación laboral de extranjeros, con el que se logró el arresto y acusación de 24 personas por supuestamente someter a trabajadores mexicanos y centroamericanos a condiciones “brutales”.
El operativo “Blooming Onion” permitió el arresto y la formulación de 54 cargos contra 24 personas que trajeron a Estados Unidos “docenas de víctimas de esclavitud moderna” para ser explotadas en condiciones inhumanas en los campos de Georgia, Florida y Texas, dijo en un comunicado el ICE.
Los acusados supuestamente usaron de forma fraudulenta el programa H2A para trabajadores agrícolas temporales al traer a personas de México, Honduras y Guatemala, a las que exigieron pagar tarifas ilegales por transporte, alimentación y vivienda mientras les retenían ilegalmente sus documentos de viaje e identificación.
Además, obligaron a los trabajadores a “realizar trabajos físicamente exigentes por poco o ningún salario, alojándolos en condiciones de hacinamiento, insalubres y degradantes, amenazándolos con la deportación y el uso de violencia”, detalla la acusación.
La explotación de los trabajadores incluía que estos tuvieran que extraer cebollas con sus manos sin ninguna protección. También fueron retenidos en habitaciones atestadas y campos de trabajo cercados con poca o ninguna comida, instalaciones de cañería limitadas y sin agua segura para beber.
Los acusados también amenazaron presuntamente con matar a algunos de los trabajadores o sus familias, y en muchos casos vendieron o intercambiaron a los trabajadores a otros acusados, asegura el comunicado. Los acusados supuestamente utilizaban armas para amenazar a los trabajadores.
Al menos dos de los extranjeros murieron como resultado de las condiciones de trabajo.
La lista de cargos incluye fraude postal, tráfico internacional de trabajadores forzados y lavado de dinero, entre otros.
Los acusados obtuvieron más de 200 millones de dólares con este esquema, lavando los fondos a través de compras en efectivo de terrenos, casas, vehículos y negocios, asegura la acusación.
El ICE recalcó que las nuevas prioridades sobre arresto y deportación implementadas desde hoy por la dependencia ayudarán a perseguir esta clase de crímenes.
Entre las nuevas medidas, los agentes del ICE no deberán arrestar y deportar a trabajadores agrícolas e individuos de otras comunidades vulnerables.
“Los trabajadores no autorizados nunca deben tener miedo de denunciar prácticas laborales ilegales como salarios deficientes, condiciones laborales inseguras y otras formas de explotación laboral”, advirtió el director ejecutivo adjunto de HSI, Steve Francis.
Añadió que HSI ha cambiado su postura hacia un nuevo modelo centrado en investigar a empleadores sin escrúpulos que explotan a los no ciudadanos basándose en su falta de estatus migratorio legal, a través de condiciones de trabajo peligrosas, pago insuficiente y uso de los extranjeros como un “modelo de negocio” para maximizar las ganancias.
Actualidad Laboral / Con información de Holanews