23-06-2017
La tasa de desempleo es del 4.3%, una de las más bajas de las últimas décadas y lo que podría considerarse como cercano al “pleno empleo”. Eso es algo que ocurre cuando los trabajadores tienen pocos problemas para encontrar una ocupación. Pero falta un dato esencial para declarar este feliz escenario como una realidad, porque cuando hay pleno empleo hay presión al alza en los salarios, y eso no está ocurriendo.
Desde mayo de 2016 hasta el mayo de 2017 los salarios se han incrementado un 2.5%, según las cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS en sus siglas en inglés). Y no hay motivo para celebrarlo. Una vez que esta se ajusta la inflación (1.9% en ese mismo periodo) lo que el promedio de ingresos por hora ha aumentado es apenas un 0.6%.
“No hay ningún sector en el que estén subiendo los salarios a un ritmo del 5% o alrededor de este porcentaje”, explicaba a este diario, Dean Baker, co-director del Center for Economic and Policy Research. Eso es algo que ha ocurrido en el pasado y ahora no. “No es condición que suban las compensaciones para todo el mundo pero si para muchos sectores y eso no ocurre. Hace un tiempo”, recuerda, “en North Dakota con la mayor actividad petrolera había subidas del 5% y del 10% en los salarios, eso es lo que se espera del pleno empleo”.
El problema para Baker es que hay menos gente trabajando o buscando trabajo (población activa) que antes de la recesión y que en 2000. Si la población activa fuera la de 17 años, 4% mayor que la de ahora, la tasa de desempleo sería mucho más elevada. “Por eso yo creo que la cuestión es que no hemos llegado al pleno empleo”, explica, “aún estamos por debajo”. El problema para este economista es que la economía no está creciendo tan rápido a pesar de la confianza de los empresarios que dicen que están teniendo problemas para emplear a personas porque no las hay suficientemente cualificadas.
La Federación Nacional de Negocios Independientes, afirmaba recientemente que una mayoría de pequeños negocios, el 59% trataron de contratar personal en mayo pero el 51% dijo que encontraron pocos o ningún trabajador cualificado. “El ajustado mercado de trabajo ha sido un problema persistente para los empresarios en los últimos meses y los problemas parece que empeoran según el economista jefe de esta federación, Bill Dunkelberg. Según este economista los empresarios están viéndose obligados a a elevar las compensaciones para mantener a los trabajadores que tienen y atraer nuevos”.
Baker dice que el hecho de que tampoco se vea un incremento en las horas que se trabajan implica que esa tirantez en el mercado de trabajo no es tan fuerte y considera que cuando la economía crezca a mejor ritmo que el actual, se rebaje el desempleo más o crezca la población activa se podrá ver un aumento real en los salarios.
Para este economista es fundamental y un factor a tener en cuenta el hecho de que los sindicatos sean tan débiles en el sector privado. “Hay sectores como la construcción en NYC donde son fuertes y eso se nota pero en general no hay poder de negociación”. Baker cree que eso es perjudicial para afiliados y no afiliados porque cuando los sindicatos consiguen mejoras en los contratos de trabajo, quienes no forman parte del sindicato se benefician del efecto dominó que la mejora en las condiciones laborales trae al resto del sector.
Actualidad Laboral / Con información de El Diario NY