A pesar de la fuerza del movimiento laboral alrededor de la lucha por un mayor salario mínimo, el número de afiliados a sindicatos en EEUU mantuvo en 2018 la caída progresiva que se observa en las últimas décadas. Esto es algo que, a decir de la mayor parte de los economistas, es uno de los motivos más importantes por el cual los salarios no han mejorado al mismo ritmo que la economía en los últimos años.
Según los cálculos hechos por la Oficina de Estadísticas Laborales el año pasado 16.38 millones de trabajadores formaban parte de una Union frente a los 16.44 millones de 2017. No solo bajó la afiliación sino que además subió el número de personas ocupadas por lo que el porcentaje de personas representadas por Unions cayó del 11.9% al 11.7%.
De hecho, aunque hubo un ligero aumento en las afiliaciones en el sector privado este no fue suficiente para contrarrestar el efecto que el mayor empleo sin sindicato juega en los porcentajes. Así las cosas, apenas el 7.2% de los trabajadores de empresas privadas están en una Union cuando en 2017 eran el 7.3%.
En el sector público hay 83,000 personas menos en estas organizaciones laborales y la caída es mucho mayor en un sector tradicionalmente representado por sindicatos. Se pasó del 37.9% hace dos años al 37.2%.
Los trabajadores latinos son junto a los asiáticos los que menos se unen a estas organizaciones laborales. Solo el 9.1% de ellos eran miembros de un sindicato.
Con 2.4 y 1.9 millones de afiliados respectivamente, California y Nueva York son los estados en los que más importante es la representación sindical obrera. De hecho, la concentración de la fuerza sindical es muy fuerte y casi la mitad de los miembros de una Union viven en apenas siete estados. Ademas de los dos mencionados, Illiniois, Pensilvania, Michigan, Ohio y Washington.
Actualidad Laboral / Con información de Empleo Futuro