09-03-2022

Tras una década de lentos pero constantes avances de las mujeres en el trabajo en la OCDE, el índice cae por primera vez en su historia. Los dos principales factores que contribuyeron a este descenso fueron: el aumento del desempleo femenino y la disminución de la participación de las mujeres en el mercado laboral durante la peor parte de la pandemia.


El informe estima la existencia de una brecha COVID-19 y asegura que, en la actualidad, hay 5,1 millones más de mujeres desempleadas y 5,2 millones menos de mujeres participando en el mercado laboral que si no hubiera habido pandemia -comparando las pérdidas de puestos de trabajo con el crecimiento del empleo previsto antes de la epidemia-.


El cuidado de los hijos y las responsabilidades domésticas han jugado un papel fundamental en el abandono laboral por parte de las mujeres. Un informe de la OCDE muestra que las mujeres asumieron más responsabilidades no remuneradas del cuidado de los niños y del hogar, durante la pandemia, lo que les hizo abandonar el trabajo en mayor proporción que los hombres. Las madres fueron tres veces más propensas que los padres a asumir la mayor parte o la totalidad del trabajo de cuidado (no remunerado) provocado por el cierre de escuelas o guarderías.


"La pandemia del COVID-19 ha hecho que el objetivo de la igualdad de género para las mujeres en el trabajo sea un reto aún mayor. Para revertir el retroceso en los resultados necesitamos que los gobiernos y las empresas lideren la reconstrucción de nuestras economías con políticas efectivas para cambiar la sociedad y que hombres y mujeres compartan responsabilidades en el ámbito doméstico como fórmula de igualdad total. Esto es imprescindible si queremos lograr un futuro más justo para todos, tanto en el trabajo como en la sociedad", explica Sandra Deltell, socia responsable de Diversidad en PwC.


El Women in Work 2022 se elabora a partir de cinco indicadores que reflejan la participación de las mujeres en el mercado laboral y la igualdad en el lugar de trabajo. Teniendo en cuenta los lentos progresos logrados en los últimos diez años con respecto a cada uno de los indicadores, y el terreno perdido debido a la pandemia, estimamos que se necesitarán años (o incluso décadas en algunos casos) para eliminar las brechas y lograr la paridad de género entre mujeres y hombres en el mercado laboral:




  • Participación de la mujer en el mercado laboral: 33 años para alcanzar el 80% actual de los hombres.

  • Diferencia entre la tasa de actividad femenina y la masculina: 30 años para eliminarla.

  • Tasa de desempleo femenino: 9 años para igualar la tasa actual de los hombres.

  • Tasa de empleo femenino a jornada completa: 67 años.

  • Diferencia salarial entre hombres y mujeres: 63 años para eliminar la brecha.


El documento resalta que la importancia de que los gobiernos y las empresas apoyen a las mujeres para que se beneficien de las oportunidades de trabajo creadas por la transición de las economías de la OCDE a un entorno de cero emisiones netas. El análisis muestra que la transición a un mundo de cero emisiones netas aumentará el empleo, en general, con más puestos de trabajo en 2030 en 15 de los 20 principales sectores económicos de los países de la OCDE.


Las mayores mejoras en materia laboral se producirán en los sectores eléctrico, en el de la construcción y en la industria, que están desproporcionadamente poco representados por las mujeres. Estos sectores emplean actualmente a casi un tercio de la mano de obra masculina en toda la OCDE, en comparación con sólo el 11% de la mano de obra femenina.


Si no se hace nada para mejorar la representación de las mujeres en estos sectores, PwC estima que la brecha de empleo entre hombres y mujeres en toda la OCDE -que mide el número adicional de hombres empleados, expresado como porcentaje del número de mujeres empleadas- aumentará en 1,7 puntos porcentuales en 2030 (pasando del 20,8% en 2020 al 22,5% en 2030).


Los beneficios de acelerar el progreso hacia la igualdad de género podrían ser considerables. El análisis de PwC concluye que el aumento del empleo femenino en la OCDE podría aumentar su Producto Interior Bruto en 6 billones de dólares al año. Por su parte, la eliminación de la brecha salarial de género aumentaría los ingresos de las mujeres en la OCDE en unos dos billones de dólares al año.


Actualidad Laboral / Con información de Equipos y Talento