13-05-2016
La brecha salarial alimenta un debate que va más allá de los informes que denuncian que las mujeres cobran menos ocupando el mismo cargo que los hombres. Es una narrativa que está calando en la campaña electoral de Estados Unidos, con la aspirante demócrata Hillary Clinton abanderando la batalla por la igualdad. El techo de cristal en los sueldos, sin embargo, se rompe al analizar las remuneraciones de los primeros ejecutivos en las 100 mayores compañías cotizadas.

Las mujeres son aún un grupo muy reducido, integrado por solo ocho consejeras delegadas. Las gestoras que lideran estas corporaciones se embolsaron el pasado ejercicio una media de 22,7 millones de dólares, notablemente más que los 14,9 millones de los hombres. El análisis realizado por Equilar revela, además, que seis de ellas disfrutaron de un aumento de sueldo el pasado año.

El hecho de que sean tan pocas, como apuntan los relatores del estudio, afecta claramente a la media. Y también la dispara el hecho de que Safra Catz lidere este pequeño grupo de mujeres con una remuneración que ascendió a 53,2 millones, de acuerdo la información hecha pública a los inversores. Esta ejecutiva comparte el cargo de consejera delegada de Oracle junto a Mark Hurd.

Son los dos mejor pagados entre las 100 compañías analizadas. El tercero es Robert Iger, presidente ejecutivo de Walt Disney, con 43,5 millones. Hay que bajar al noveno lugar para encontrar a Indra Nooyi, con 22,2 millones. La consejera delegada de PepsiCo es la segunda mujer más poderosa del mundo empresarial estadounidense, según Fortune. Safra Catz aparece la 12ª en la clasificación que elabora cada año la revista financiera.

La tercera mejor pagada fue Phebe Novakovic, consejera delegada de la compañía de defensa General Dynamics. Recibió una remuneración de 20,4 millones el pasado ejercicio. Es la 15ª en la clasificación cuando se toma como referencia el conjunto de ejecutivos mejor pagados. Está justo por delante de Marillyn Hewson, de Lockheed Martin, que se embolsó 20,2 millones. Son las que llevan también el mando en la industria de defensa.

La quinta mujer con la remuneración más alta es Ginni Rometty, de IBM, considerada la tercera ejecutiva más influyente de las empresas cotizadas. Sus 19,8 millones están al nivel de Howard Shultz, de las cafeterías Starbucks, y de John Chambers, consejero delegado de Cisco Systems. Irene Rosenfeld, de Mondelez; Meg Whitman, de Hewlett-Packard, y Lynn Good, de Duke Energy, cierran el grupo.

Baja representación

Marissa Mayer, consejera de Yahoo, no aparece en la lista pese a que su paquete de compensación asciende a 36 millones. Pero en su caso la remuneración final se ve reducida considerablemente porque la compañía no rindió conforme a los objetivos fijados. Equilar señala, en cualquier caso, que la brecha de género persiste cuando se observa el número de mujeres al frente de las compañías cotizadas.

Si se toman como referencia las empresas que integran el índice S&P 500, la representación baja a la mitad porque solo hay dos docenas de corporaciones lideradas por mujeres. La paga media fue de 13 millones, dos millones a sus pares. Esto se explica porque las compañías que dirigen son muy grandes. Ocho de ellas están entre las 100 mayores empresas por ingresos y 15 en las 250 más grandes.

Es el caso de Mary Barra, consejero delegada de General Motors y la mujer más importante para Fortune, o Denise Morrison, de Campbell Soup. La última en incorporarse es Vicki Hollub, desde abril consejera delegada de Occidental Petroleum. Pese a este juego estadístico, los responsables de Equilar indican que hay un cambio de dinámica en los consejos de administración de las grandes sociedades.

Actualidad Laboral / Información de El País

Imagen cortesía El País