El Aquarius, el último barco de rescate de refugiados que trabajaba en el mar Mediterráneo, puso fin a sus operaciones; dijo a última hora del jueves la ONG francesa Médicos Sin Fronteras, que culpó de la decisión al acoso de Italia y de otros países europeos. “Este es un día triste”, dijo Nelke Mander, directora general de Médicos Sin Fronteras, en un comunicado. “El final de nuestras operaciones a bordo del Aquarius significará más muertes en el mar, muertes que son evitables, y sin testigos”.
“El fin de la misión es el resultado de una campaña para deslegitimar, desacreditar y obstaculizar las operaciones de búsqueda y rescate del Gobierno italiano, respaldada por estados de la UE -Unión Europea-”, dijo la ONG. El Aquarius ha recibido recientemente denuncias de actividad criminal, acusaciones que claramente no tienen ningún sentido, dijo Médicos Sin Fronteras.
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, ha cerrado en repetidas ocasiones los puertos italianos al buque, lo que le obligó a este navegar durante días con decenas de migrantes rescatados a bordo, para encontrar un puerto en otros países. Salvini se ha negado a recibir más inmigrantes del Aquarius, exigiendo que otros países de la Unión Europea se lleven una parte de los inmigrantes. También ha dicho que los barcos de rescate alientan a la gente a echarse al mar para llegar a las costas europeas.
En los últimos tres años, Europa ha recibido la mayor afluencia migratoria en décadas, en muchos casos de personas que huyen de los conflictos y la pobreza en Asia y África. Las llegadas por mar han disminuido drásticamente, pero aún resuenan las consecuencias políticas de la crisis migratoria de 2015.
Desde el inicio de sus operaciones en 2016, el barco ha rescatado a casi 30.000 personas en aguas internacionales frente a Libia, Malta e Italia. Ha permanecido amarrado en Marsella desde el 4 de octubre, después de transferir a 58 migrantes a Malta durante su última misión. Médicos Sin Fronteras estima que 2.133 personas murieron al intentar cruzar el Mediterráneo en 2018, principalmente desde Libia.
Actualidad Laboral / Con información de Reuters