El Banco Mundial (BM) proyectó este martes que Latinoamérica crecerá 1,7% en 2019, después de que el año pasado la expansión tuvo un nivel "decepcionantemente débil", estimado en 0,6% por los efectos de la crisis monetaria en Argentina, la huelga de camioneros en Brasil y la situación en Venezuela. "El crecimiento en América Latina y en el Caribe fue decepcionantemente débil en 2018, con una estimación de 0,6%, y notablemente menor a lo esperado. Esto reflejó el impacto de la reciente crisis de la moneda en Argentina, la huelga de camioneros en Brasil y el empeoramiento de las condiciones en Venezuela", dijo el banco en su informe semestral.
El crecimiento regional para 2019 se estimó en 1,7%; 0,6 puntos porcentuales menos, que lo proyectado previamente. Para 2020, el BM proyecta un crecimiento de 2,4% y de 2,5% para 2021. "Se espera que el crecimiento comience a repuntar a 1,7% en 2019, a medida que la expansión se acelere en Brasil y la recesión en Argentina comience a ceder", indicó el Banco. La mayoría de los países, salvo Bolivia, Chile, Colombia y Perú, enfrentan un panorama menos favorable de lo que pronosticaba en junio.
En su informe semianual sobre Previsiones para la Economía Mundial, el Banco advirtió que globalmente "el crecimiento se ha debilitado, las tensiones comerciales siguen siendo altas, varios países desarrollados han experimentado estrés financiero y los riesgos en el panorama se han incrementado". En el desempeño que tuvo Latinoamérica en 2018 influyó en gran medida la situación en Venezuela, con una contracción de la economía de 18% y la de Argentina, con una retracción de 2,8%. Para ambos casos, el banco rebajó marcadamente sus previsiones de crecimiento para el año anterior, recortando el pronóstico 4,5 puntos en el caso de Argentina y 3,7 en el de Venezuela, con respecto a las proyecciones que había hecho en junio.
Ninguna de estas economías logrará salir de la recesión este año y para Venezuela, el pronóstico es una caída del 8,0% y para Argentina una contracción del 1,7%. Ambas cifras se sitúan por debajo de lo que había previsto para este año el Banco Mundial en junio, con una degradación de 1 punto para Venezuela y de 3,5 para Argentina. "El colapso económico en Venezuela se ha profundizado y no hay indicaciones de que la última redenominación de la moneda, tuviera un mayor impacto en la dinámica hiperinflacionaria actual", dijo el Banco Mundial.
La institución advirtió que siguen en el panorama riesgos de un deterioro de las condiciones, con una mezcla de factores como la subida de las tasas en Estados Unidos, la apreciación del dólar y el debilitamiento del apetito de los inversores por los mercados emergentes. "Los principales riesgos externos incluyen un mayor endurecimiento de las condiciones financieras externas, y una subida adicional de la incertidumbre sobre las políticas comerciales internacionales", señaló la institución.
La entidad también advirtió que la desaceleración del crecimiento global va a limitar el crecimiento de las exportaciones. "Los flujos de capital, particularmente los flujos de los bonos, disminuyeron con fuerza en el último trimestre de 2018", constató el Banco Mundial. La entidad advirtió que las condiciones fiscales en la región siguen siendo frágiles y también advirtió, sobre los peligros de contagios interregionales. "La región enfrenta además riesgos intrarregionales e internos, como un contagio de una contracción más fuerte de lo esperado en Argentina y en Venezuela, y la persistente amenaza de desastres naturales y condiciones meteorológicas extremas", dijo el Banco en referencia a los países que reciben remesas de Argentina, por ejemplo.
El Banco Mundial estimó que la ola migratoria por la crisis en Venezuela puede provocar efectos indirectos en la región, pero que en el medio y en el largo plazo, en Colombia, por ejemplo, podría impulsar el crecimiento por la mayor disponibilidad de mano de obra y el alza del consumo y la inversión.
En el informe la entidad de préstamo también advirtió que los precios de las materias primas también están afectando a las economías de América Latina. Para los países petroleros, el BM pronosticó que los precios permanecerán estables, en torno a 67 dólares, en los próximos dos años, limitando potencialmente los ingresos por las exportaciones de estas economías.
Actualidad Laboral / Con información de Infobae