Hasta septiembre de este año, al menos 2.145 niños y adultos han desaparecido o perdido la vida en la ruta migratoria del Mediterráneo central, la cifra más alta desde 2017, indica un informe de Médicos Sin Fronteras (MSF).
El reporte, titulado Nadie vino a rescatarnos, está basado en datos médicos y operativos recogidos por MSF a bordo de su buque de rescate Geo Barents. "Hemos sido testigos del vacío mortal dejado por la UE y sus Estados miembro al detener o impedir las actividades de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central y su impacto directo en las personas que buscan seguridad y protección en las costas de Europa", lamentó la organización.
En 2023, el número de migrantes que llegan a las costas italianas a través de la ruta del Mediterráneo central se ha más que duplicado en comparación con el mismo periodo del año anterior.
"El aumento significativo de las salidas, unido a la falta de capacidades estatales de salvamento, ha resultado en más embarcaciones en peligro y naufragios", apuntó MSF.
Asimismo, señala que desde principios de año, un promedio de ocho personas pierden la vida o desaparecen cada día en esta ruta. Como ejemplo, cita los 94 migrantes fallecidos en febrero en Cutro, en el sur de Italia, y los 600 que fallecieron o desaparecieron frente a Pylos, en Grecia.
El informe contiene además testimonios de los 9.411migrantes rescatados desde 2021, cuando MSF comenzó sus operaciones de rescate marítimo.
Actualidad Laboral / Con información de DW