Todo lo que llevamos del siglo XXI confirma que las profesiones con más demanda en el año 2000 hoy apenas tienen futuro y las que hoy lo tienen, aún no existen.


Los responsables hay que buscarlos en una sociedad que lleva algunos años subiendo su vida entera a la ‘nube’ y que hoy se prepara para cruzar hacia el ‘metaverso’ en cuanto sea posible. Todo lo necesario para alimentar y desplegar esos nuevos lugares comunes -5G, Internet de las Cosas (IoT) Inteligencia Artificial (AI), realidad virtual y blockchain- marca el trabajo de los seleccionadores.  En el top de profesiones: especialistas en Inteligencia Artificial, en Ciberseguridad o ingeniero de datos.


La profesión con más potencial, sin embargo, no se esconde tras una especialización, sino tras una capacidad: la de adaptarse. Mantener conocimientos actualizados que sepan responder a las necesidades del presente y proyectar las del futuro, aunque este sea previsiblemente incierto. Lo sabe bien Alberto Mozo, Senior Product Manager en Scopely, empresa especializada en desarrollo de videojuegos para dispositivos móviles. Cuando echa la vista atrás -no muchos años atrás- ve claro que “nada es cómo imaginaba en la universidad”.


Un camino, muchas direcciones


“Mi desarrollo personal y el camino que quería seguir era bastante diferente”, explica Alberto, quien durante los primeros años de carrera quería ser ingeniero de redes. Pero un máster le llevó hasta los videojuegos, en concreto en la industria móvil. Aunque lo que más le apasionaba era ver a sus personajes “moverse", al cabo de un tiempo vio que lo que más le apetecía era trabajar en la parte estratégica. “Quería focalizarme más en business y experiencia de usuario”, comparte.


De aquella época, destaca su paso por los bootcamp de Nuclio Digital School, una experiencia docente que le aportó una visión transformadora. En su caso, eligió tres programas concretos -Digital Product Management, UX UI Design y Digital Traffic Management- y con un objetivo claro porque “todas las formaciones que he hecho han sido puramente estratégicas, formándome para dirigir toda la cadena de valor de un producto digital”, expone.


El quid no está en el objeto de estudio, sino en el adverbio que lo acompaña: “constantemente”. “Considero esencial estar actualizado en las tendencias digitales y en contacto con profesionales que te acercan a la realidad de tu nuevo rol. Hoy en día, nunca dejamos de formarnos”, resume.


Actualidad Laboral / Con información de La Vanguardia