09-09-2015
Un total de 471 personas declararon tener más de 30 millones de euros en 2013, según la estadística del impuesto sobre patrimonio publicada este martes por Hacienda. Eso supone 28 contribuyentes más que el año anterior y más del doble que las 233 personas que declaraban tener más de esa cifra en el año 2007, el último año del que hay datos previos a que España sufriese la mayor crisis económica de su historia reciente. El desigual impacto de esa crisis y el afloramiento de patrimonios ocultos por la amnistía fiscal explican el auge de multimillonarios, aunque no es posible saber qué factor pesa más.
Las cifras de Eurostat y los estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya han mostrado en repetidas ocasiones cómo la crisis económica ha provocado un enorme aumento de la desigualdad en España. La diferencia entre la parte más rica y más pobre de la población ha aumentado significativamente durante la crisis, al tiempo que aumentaba el porcentaje de personas en paro y las familias en riesgo de pobreza o exclusión social. Pues bien, en 2013, último año de la recesión, un año en que la tasa de personas en riesgo de pobreza o exclusión social alcanzó al 29,2% de la población (según los datos del Instituto Nacional de Estadística), hubo más personas que nunca que en España se declararon poseedores de un patrimonio multimillonario (según las cifras de Hacienda).
Con las estadísticas de Hacienda siempre hay una salvedad importante: se trata de lo que declaran los contribuyentes. El número de ricos declarados no tiene por qué ser igual al de los reales. Es verdad que son todos los que están (nadie declara lo que no tiene para pagar impuestos por ello), pero no están todos los que son (dado el fraude y las maniobras de elusión fiscal, además de los criterios del impuesto que dejan parte del patrimonio exento). Se puede sostener que el nivel de fraude suele ser relativamente constante, con lo que no distorsionaría la comparación, pero en este caso hay algunos factores que obligan a examinar los datos con especial cautela.
Actualidad Laboral / Con información de El País / Miguel Jiménez