Diversos informes han medido la tasa de error en el aprendizaje de nuevas tareas y el momento de mayor claridad y capacidad de concentración: el rendimiento óptimo no está en el 100% del esfuerzo sino algo antes.
Nuevas tendencias laborales y sociales han ido mostrando un cambio en esta concepción de la esfera profesional y su peso en las vidas de los jóvenes empleados. Fenómenos como la gran renuncia, el quiet quitting o los lazy girl jobs ponen de manifiesto este cambio de mirada.
“Tener un trabajo que te gusta es el primer paso hacia la explotación laboral”, decía Sarah Jaffe, autora del libro "Work won’t love you back", en el que explica que la pasión por el trabajo aboca a las jornadas laborales sin límite y al esfuerzo máximo por el reconocimiento y la perfección.
Limitar el esfuerzo que se dedica al trabajo es necesario para mantener la salud mental y física, y eso es lo que dice la regla del 85% que muchas voces están explicando en los últimos años.
“Esta regla laboral del 85% la entenderíamos perfectamente si habláramos de nuestro coche. ¿Verdad que no se nos ocurriría ponerlo al límite de sus prestaciones? Intentamos no llevarlo al máximo para conservarlo mejor, que no se estropee, gastar menos gasolina... el verdadero rendimiento está no en la máquina al 100%, sino en mucho menos. Según muchos estudios, se trata de rendir al 85%”, explica Ismael Dorado, psicólogo, profesor de la Universitat Oberta de Catalunya.
Según Dorado, las reglas del estrés dicen que si aumenta en rendimiento al 100% “ponemos al límite nuestros recursos y entramos en pánico: surgen enfermedades, sobreactivaciones del organismo en términos fisiológicos y mentales, etc. Lejos de ser más productivos, seremos más improductivos, cometermos más errores y nos concentraremos menos”.
La regla del 85% se probó en los estudios de Robert C. Wilson en 2019 en la Universidad de Arizona, que se publicaron en la revista Nature. Los investigadores midieron la tasa de error en el aprendizaje de nuevas tareas y fijaron en el 85 % de esfuerzo el momento de mayor claridad y capacidad de aprender.
Según Wilson, cuando das o haces el 85% del esfuerzo, es el momento en que las tareas no son ni demasiado fáciles ni demasiado difíciles. Según el estudio, una red neural aprendía de un cerebro humano, y cuando las tareas superaban el 85% de dificultad, la inteligencia artificial imitaba al cerebro, se desmotivaba y tiraba la toalla.
Actualidad Laboral / Con información de Revista EyN