14-08-2024

Para el presidente de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, el rezago de los salarios es el problema más serio que tiene la economía venezolana en la actualidad, ya que el descenso contundente de la inflación no es percibido por las personas, debido a su bajo poder adquisitivo.


De acuerdo con los datos de la consultora, la canasta alimentaria para una familia de cuatro personas se ubica en un promedio nacional de 550 dólares, mientras que una cesta básica completa para el mismo núcleo familiar cuesta alrededor de 1.200 dólares.


En contraposición, los datos de Ecoanalítica indican que el salario mínimo promedio en el sector privado es equivalente a 250 dólares mensuales y en la administración pública el ingreso mínimo se ubica en 130 dólares.


En consecuencia, un trabajador del sector privado, si devenga el ingreso mínimo promedio, solo puede adquirir 45,5% de la canasta alimentaria y apenas 20,83% de la cesta básica que incluye pagos de servicios, gastos en salud, educación y mantenimiento, entre otros ítems.


Obviamente, para los empleados públicos la historia es peor. Con 130 dólares se adquiere 23,64% de la canasta alimentaria y apenas 10,83% de la cesta básica familiar.


«La reducción de la inflación ha venido acompañada de una restricción de crédito. El crédito al consumo está bastante limitado y los salarios, tanto en el sector público como en el privado, son sustancialmente bajos. Este es el elemento más crítico de la economía venezolana hoy», sentenció Oliveros entrevistado en Unión Radio.


Precios en dólares se desaceleran


A juicio del presidente de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, la «inflación en dólares» también registra una desaceleración importante. En términos anualizados, los precios en divisas estadounidenses han subido 10% en lo que va de año.


Una desaceleración notable frente a incrementos interanuales de 30% en el mismo período de 2023 y de 50% en el mismo lapso de 2022, indicó el analista.


Esta variación más atenuada obedece claramente, en opinión de Oliveros, al bajo poder adquisitivo de la población y al hecho de que los consumidores venezolanos son muy sensibles ante los incrementos de los precios en dólares.


«Los empresarios han tenido que contener la subida de precios en dólares, incluso se han visto obligados a reducir sus márgenes para poder mantener las ventas o evitar que caigan, dependiendo del sector económico de que se trate», apunta Oliveros.


Actualidad Laboral / Con información de Banca y Negocios