La obsesión de Elon Musk por hacerse de Twitter se convirtió casi desde el comienzo en una pelea entre el polémico magnate y su red social favorita.
Tras meses de recriminaciones e intentos de cancelar el negocio pactado, Musk dio el martes una tregua y aceptó cumplir su oferta inicial de US$44.000 millones.
Tras este hecho, en un mensaje de Twitter, indicó que esta red será un “acelerador” para otro proyecto “X”.
“Comprar Twitter es un acelerador para la creación de X, la ‘app’ para todo”, declaró el fundador de Tesla a través de su cuenta en la plataforma.
Aunque no ofreció más detalles sobre ese proyecto, Musk podría estar refiriéndose a un nuevo producto sobre el que se pronunció anteriormente en conversaciones internas con inversores de Twitter, según una presentación obtenida el pasado mes de mayo por The New York Times.
Este proyecto podría llegar en 2023 con unos 9 millones de suscriptores el primer año y alcanzando 104 millones en 2028, según sus proyecciones.
La crónica de un millonario melodrama
“Apasionado creyente”
Musk es un viejo usuario de Twitter con más de 100 millones de seguidores. Utiliza la plataforma como megáfono para sus ambiciones personales y empresariales.
El 4 de abril formalizó un pedido de compra del 9,2% de las acciones de Twitter por 2.900 millones de dólares.
Las acciones de la red social se dispararon, Musk ganó un sillón en la junta de la empresa y el CEO de Twitter, Parag Agrawal, lo describía como “apasionado creyente e intenso crítico del servicio”. Eso “es exactamente lo que precisamos”, dijo entonces.
“Píldora venenosa”
El idilio entre las partes duró solo uno días. Musk decidió no integrar la junta y Agrawal dijo que eso era lo mejor.
Musk lanzó una oferta hostil por Twitter, según documentos del 13 de abril, y la empresa recurrió a la “píldora venenosa”, un mecanismo que permite ofrecer a los accionistas más acciones a bajo precio.
Marcha atrás
Luego Twitter revirtió el curso y el 25 de abril reveló que había acordado venderle toda la compañía en 44.000 millones de dólares.
Musk se desprendió entonces de 8.400 millones de dólares en acciones de Tesla, prometió usar hasta 21.000 millones de su fortuna personal y consiguió que algunos amigos aportaran unos cuantos miles de millones.
El magnate, famoso por sus provocativos mensajes, dijo que planeaba readmitir al ex presidente Donald Trump en Twitter, de donde fue expulsado tras el asalto al Capitolio en 2021.
A la Corte
Luego Musk se echó atrás. El 13 de mayo dijo que el acuerdo estaba “temporalmente en suspenso” mientras buscaba información sobre las cuentas falsas y spam en la plataforma.
Elon Musk aspiraba a un Twitter de mil millones de usuarios
Después de dos meses de discusiones públicas sobre el tema, canceló el acuerdo y acusó a Twitter de hacer “engañosas” declaraciones. De inmediato, la empresa entabló acciones legales para hacer cumplir el acuerdo de compraventa.
Reconciliación
Ambas partes se prepararon para un largo y costoso enfrentamiento en un tribunal especial del estado de Delaware.
Musk resultó favorecido por revelaciones de un exfuncionario de Twitter que expuso las deficiencias de la compañía en el recuento de cuentas falsas y bots, así como su aparente negligencia en materia de seguridad.
Twitter, sin embargo, sostenía a rajatabla que su acuerdo con Musk estaba sellado y que en consecuencia debía cumplirse
Este martes Musk recurrió a Twitter para anunciar que aceptó cumplir el trato.
“Creo que Musk advirtió que no ganaría el juicio”, dijo el profesor de derecho Carl Tobias.
El futuro
Previamente, en mensajes al personal de Twitter, Musk había dicho vislumbrar una plataforma con mil millones de usuarios pero no fue claro en cuanto a eventuales despidos o límites a la libertad de expresión.
Pero aún antes de que se pueda diseñar el futuro de Twitter, cualquiera de las partes puede seguir discutiendo los detalles de la venta.
Si bien un potencial enfrentamiento en los tribunales ha disminuido, sigue siendo una posibilidad.
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