Este lunes, siete empleados domésticos que trabajaron en la mansión que Kim Kardashian tiene en la exclusiva urbanización de Hidden Hills en California, Estados Unidos; han presentado una demanda en su contra, acusándola de no pagar a tiempo sus salarios, y de retener el 10% de los mismos para cubrir impuestos. También sostienen que la celebridad se negaba a recompensarles por las horas extras, y que no podían realizar pausas para comer a lo largo de la jornada laboral; según desvela la columna Page Six del periódico New York Post.
Uno de ellos, de 16 años, afirma que le obligaron a trabajar más del máximo de 48 horas semanales, permitidas por la ley para un empleado menor de edad en verano; y otro sostiene que fue despedido en cuanto planteó sus quejas, sobre el tema de los impuestos y las horas extras. Todos ellos trabajaban en jardinería y mantenimiento, y su representante legal en común ha dado a entender que muy pronto podrían emprender más acciones legales en contra de Kim.
Mientras que, un portavoz de la estrella televisiva ha respondido a estas graves acusaciones señalando que los empleados -Andrew Ramírez, Christopher Ramírez, Andrew Ramírez Jr, Aron Cabrea, René Ernesto Flores, Jesse Fernández y Robert Araiza- fueron contratados a través de una empresa de servicios, que se encargaba de sus nóminas. Por tanto, Kim no se considera responsable de los acuerdos a los que esta tercera parte, haya podido llegar directamente con su personal. "Kim nunca ha dejado de pagar a un proveedor por sus servicios, y espera que el problema entre estos trabajadores y el proveedor que los contrató se resuelva amistosamente en breve".
Actualidad Laboral / Con información de El Mundo