La fidelidad hacia el trabajo en las jornadas laborales, tiende a ser una característica positiva en cualquier empleado a nivel mundial. Estar siempre a disposición para cualquier actividad es visto, como un elemento a destacar entre los recursos humanos de una compañía. Sin embargo, un reciente estudio realizado por Matthew Stanley, investigador postdoctoral en la Escuela de Negocios Fuqua de la Universidad de Duke, en Estados Unidos; ha encontrado que esto no se sabe aprovechar por parte de los empleadores, supervisores o gerentes. Este tipo de empleados, vitales en el desarrollo de una actividad económica, registran la mayor probabilidad de ser víctimas de explotación laboral.

Es decir, según el estudio, que ellos son los primeros a los que se les asignan mayor cantidad de actividades, sin recibir una remuneración adicional. La investigación señala que los gerentes se aprovechan, para ejecutar mayores cargas laborales sobre estos empleados; sin premiarlos por su fidelidad o lealtad.

¿Son villanos lo gerentes que hacen este tipo de prácticas? Nada que ver. Según el estudio realizado por Matthew Stanley, los jefes caen en esta situación de manera inconsciente. Debido a que el empleado siempre está disponible, el supervisor o gerente le aplica mayor cantidad de trabajo; sin darse cuenta de que lo está sobrecargando.



“Las empresas quieren trabajadores leales, y hay un montón de investigaciones que muestran, que los trabajadores leales brindan todo tipo de beneficios positivos a las empresas. Pero parece que los gerentes, tienden a señalarlos como blanco de prácticas de explotación”, reza el estudio que cita Science Alert. “Es un círculo vicioso. Los trabajadores leales tienden a ser elegidos para la explotación. Y luego, cuando hacen algo que los explota, terminan mejorando su reputación como trabajadores leales. Lo que hace que sea más probable que los elijan en el futuro”, añadieron.

Para este estudio, los expertos reclutaron a 1.400 gerentes y les pidieron, que delegaran labores a diferentes tipos de perfil de trabajadores. Los empleados fieles, de forma inconsciente, recibieron mayor cantidad de actividades.

En la investigación se dice que los gerentes nunca demostraron querer ser malos. “Sin embargo, transgreden con sorprendente frecuencia en su vida cotidiana. Mucho de ello se debe a la ceguera ética, donde las personas no ven cómo lo que están haciendo es inconsistente con los principios o valores que tienden a profesar”, apuntaron.

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Actualidad Laboral / Con información de FayerWayer