El empleo informal en América Latina es una característica persistente y significativa del mercado laboral, afectando a millones de trabajadores en la región. Este fenómeno se manifiesta en la falta de regulación, ausencia de seguridad social y la carencia de beneficios laborales; generando desafíos tanto para los individuos, como para las economías nacionales. Es así que los trabajadores informales, al no tener redes de protección y estabilidad; son más propensos a sufrir los efectos negativos de las fluctuaciones económicas y las crisis.

Y es que en América Latina, el empleo informal es un fenómeno que ha estado presente durante mucho tiempo. Esta situación, se refiere a aquellos trabajadores que no están protegidos por las leyes laborales. Y que, no cuentan con ciertos beneficios como es la seguridad social, vacaciones remuneradas o contratos formales.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cerca del 50% de la fuerza laboral en América Latina se encuentra en el sector informal. De hecho, en 2023, Bolivia destacó con el nivel más alto de informalidad laboral en la región, y uno de los mayores a nivel global; con aproximadamente el 80% de sus trabajadores empleados en el sector informal.

En la región andina, países como Perú y Ecuador también enfrentan una significativa presencia de informalidad, con más de dos tercios de sus trabajadores ocupados en empleos no regulados. En contraste, en las principales economías de América Latina, como México y Brasil, las tasas de informalidad son del 53% y 37% respectivamente.

Mientras que en el sur del continente, Chile y Uruguay presentan una situación diferente; con un mayor grado de empleo formal, y tasas de informalidad por debajo del 30%.

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Actualidad Laboral / Con información de Merca2.0