22-03-2021

El covid-19 ha tenido un impacto desigual en la destrucción del empleo dependiendo de la edad de los trabajadores. A estas alturas, un año después de que comenzaran las restricciones, los mayores de 50 ya han recuperado el nivel de antes de la pandemia mientras los menores de 25 años siguen siendo el colectivo más afectado del mercado laboral como consecuencia de la crisis sanitaria.


Uno de cada cuatro jóvenes en activo en España perdió el empleo en 2020 o se vio afectado por un Expediente de Regulación Temporal del Empleo (Erte) y actualmente casi un 40% sigue en paro, situando al país en el primer puesto de desempleo juvenil de toda la Unión Europea. Un porcentaje mucho mayo que el de los mayores de 50 sin empleo, el 12,7%. ¿Cómo se explica esta divergencia? La respuesta se esconde, de nuevo, en los tipos de contratos y los sectores donde se emplean ambos grupos de edad.


El colectivo mayor de 50 años es el que más se ha resentido a nivel sanitario (el coronavirus ha afectado más a edades más avanzadas) pero el que menos ha notado el impacto en el ámbito laboral durante 2020, según el monográfico del mercado laboral de marzo de Asempleo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que indica que, de hecho, en el cuarto trimestre del año pasado ya había más personas mayores de 50 años trabajando de manera efectiva (6,35 millones) que en el mismo periodo de 2019 (6,33 millones).


En el polo opuesto se encuentra el 39,9% de paro entre los jóvenes españoles, que, por contra, han padecido menos complicaciones en la salud. Y es que, al igual que ocurrió en la anterior crisis (2007-2013), la seguridad en el empleo indefinido es mayor pero es más frecuente entre los asalariados de más edad.


En cifras concretas, dos de cada tres jóvenes tiene un empleo temporal (67,4%) frente al 14,3% de los mayores de 50 (de los que solo un 4,7% perdió el empleo). Ha sido la flexibilización externa e interna por parte de las empresas la que ha llevado a que los contratos temporales supongan el 47% de los empleos destruidos en 2020 (sumando despidos y Erte), cuando estos solo representaban el 26% del empleo en 2019.


Según los datos de Asempleo, los empleos a tiempo parcial suelen ser menos protegidos (existiendo una correlación positiva entre temporalidad y parcialidad)y son los más susceptibles de verse afectados ante cambios en la plantilla. Así, el 27,5% de los empleos destruidos a lo largo de 2020 han sido puestos de trabajo a tiempo parcial, cuando la tasa de parcialidad en 2019 apenas llegaba al 14,5%.


Entre los jóvenes, la incidencia de la parcialidad supera el 36%, y el 22,7% de ellos ha perdido su empleo en 2020. Por el contrario, apenas el 11,6% de los trabajadores mayores de 50 años está empleado a tiempo parcial, y solo el 5,2% de estos ha perdido su empleo este año.


Pero además del tipo de contrato, también influye en esta asimetría los sectores donde se emplean ambos grupos de edad. En este sentido, más de la mitad de los jóvenes menores de 25 años (51,3%) tenían contratos en hostelería, comercio y otras actividades de ocio, las actividades más afectadas por las restricciones, frente al 27,9% de los mayores de 50 cuyo salario dependía de ellas. Y es más, los trabajadores mayores de 50 años en estas actividades han crecido en 2020 un 1,4% respecto a 2019.


En concreto, en 2020 el empleo en estos sectores se contrajo un 16,2% (despidos y Erte), frente a un 7,7% de media en el conjunto de la economía.


La asimetría se traslada al analizar el impacto por comunidades. Así, las regiones del norte peninsular son las que menos empleo han perdido durante el año 2020, según el informe. Es además en estos territorios donde los ocupados mayores de 50 años representan una mayor parte del total de la fuerza de trabajo.


Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón, La Rioja y Castilla y León presentan valores inferiores a la media de España en cuanto a destrucción de empleo, pero superiores al promedio nacional en cuanto a peso de los mayores de 50 años en el conjunto de la fuerza de trabajo.


Por el contrario, las tres regiones donde se destruyó más empleo en 2020 -Cataluña, Canarias y Baleares- cuentan con un mercado laboral relativamente joven respecto a la media del conjunto de España, además de ser tres CCAA muy ligadas al turismo, donde los contratos se extienden más entre los jóvenes y se nutren de la temporalidad.


Actualidad Laboral / Con información de El Economista