Simplificar, optimizar y abreviar. Esas son las máximas con las que un joven emprendedor español, Borja Moreno de los Ríos, pretende dar un vuelco al mercado laboral de Estados Unidos. Su startup, Merlin, ha nacido con el objetivo de facilitar los procesos de selección laboral en los perfiles de baja cualificación (los conocidos en el gigante norteamericano como “blue collar workers”). La idea surgió tras identificar una evidente necesidad: “La mayoría de los marketplaces que ofrecen estos servicios en EE.UU. están enfocados en ayudar a grandes compañías a encontrar empleados para trabajos de oficina (los “white collar Jobs”)”, explica Moreno de los Ríos, pero no había instrumentos específicos para que las pequeñas y medianas empresas encontraran el talento que necesitan en un mercado en el que dos terceras partes de la población activa se dedican a trabajos fuera de las oficinas, y más de la mitad son contratados por pymes.
El estudio de mercado que precedió a la creación de Merlin demostró que el potencial para mejorar la experiencia de candidatos y empleadores es enorme: el aspirante promedio del perfil «blue collar» tarda seis semanas en encontrar trabajo tras haber aspirado a más de 80 ofertas. “Cada solicitud supone una preparación y una dedicación que no tiene sentido para este tipo de perfiles. No es normal, por ejemplo, que un camionero, que probablemente ni siquiera disponga de un ordenador, tenga que redactar un curriculum y una carta de motivación de la misma forma que lo hace un banquero de inversión”, asegura Moreno de los Ríos.
La tarea del pequeño empresario tampoco es sencilla. “Como no tienen departamentos de Recursos Humanos, la selección de personal acaba siendo una distracción de su actividad principal y una experiencia muy frustrante”, asegura el fundador de Merlin. La rotación anual promedio de empleados de estas características en EE.UU. es del 60% y más del 23% de los candidatos ni siquiera se presenta a la entrevista o al primer día de trabajo.
Los puentes entre ambas partes parecen rotos, y Merlin trata de tender nuevas y ágiles vías de comunicación para poner la cosas más fáciles en ambas orillas. Y si en la era digital existiera una varita mágica para encontrar empleo, tendría forma de móvil. “Nosotros estandarizamos los procesos y ofrecemos un producto que está centrado y diseñado para un público concreto, y que también ofrece una solución a medida a las pymes. Su diseño optimiza la experiencia en tiempo y recurrencia. El aspirante tarda menos de un minuto y tres 'taps' una vez que se ha registrado, y el empleador puede publicar ofertas en cuatro pasos y menos de dos minutos”, asegura Moreno de los Ríos. Otro elemento clave de Merlin es la geolocalización. “Hemos descubierto en nuestros estudios que la proximidad al trabajo es uno de los factores más importantes en la decisión de aceptar o rechazar un trabajo de estas características”, destaca el emprendedor español. La herramienta también incluye un chat directo para que la comunicación entre empleador y candidato sea mucho más fluida que con el tradicional recurso del correo electrónico.
El proyecto, que desarrolla junto a otros dos socios, lleva ya dos meses en marcha con una excelente acogida, y llega bendecido desde su fase previa por la inversión millonaria de varios fondos que participaron en el nacimiento de gigantes como Facebook, Linkedin y Airbnb. Teniendo en cuenta que cada mes se contratan 5,5 millones de personas en Estados Unidos, el negocio es prometedor. Moreno de los Ríos es experto en identificar estas oportunidades. Tras ser empleado de Goldman Sachs en Londres y desarrollar el emprendimiento social en Uganda, trabajó durante dos años en un fondo de capital riesgo neoyorquino invirtiendo en startup en etapas tempranas. “Al iniciar mi propio proyecto me decidí por EE.UU. porque era el entorno que conocía. Además es un mercado gigantesco desde el que después puedes expandirte a otros países”. Moreno de los Ríos no tiene ninguna duda de que, por ejemplo, Merlin es una herramienta perfectamente aplicable al mercado laboral español. Porque, en definitiva, conseguir que las cosas resulten más sencillas es un anhelo universal.
Actualidad Laboral / Con información de ABC