El miércoles 21 de agosto el Gobierno de Suiza ha anunciado que la modificación de la Ley de Igualdad de Género en Materia salarial, aprobada por el Parlamento en diciembre de 2018, entrará en vigor el 1 de julio de 2020 y, será válida y obligatoria hasta el 1 de julio de 2032. A partir de esa fecha, las empresas dispondrán de un año para evaluar la brecha salarial entre hombres y mujeres, y presentar los resultados al conjunto de los empleados. Un órgano independiente se encargará de verificar la evaluación.
La nueva ley afecta a las compañías que tienen cien o más empleados. Estas representan menos del 1% de las empresas en Suiza, pero emplean al 46% de los trabajadores. Las evaluaciones se repetirán cada cuatro años, salvo que en la primera, una compañía no presente una brecha salarial inexplicable.
Los directivos tienen la obligación de compartir los resultados con el personal, pero no están obligados a hacerlos públicos fuera de la empresa. Mientras, el Gobierno también está obligado a evaluar la brecha de género: hasta la fecha se han realizado dos análisis, en 2013 y 2018.
Una ley controvertida
La ley fue objeto de un encendido debate en el Parlamento. La propuesta del Gobierno era más ambiciosa: el Consejo Federal quería que las nuevas normas se aplicaran también a las empresas con 50 o más empleados y que la ley no tuviera fecha de caducidad. Los defensores de la igualdad de género y los partidos de izquierda celebraron la reforma de la ley, mientras que los partidos de derecha la calificaron de excesiva.
En varios países, entre ellos Reino Unido, las empresas están obligadas a publicar las diferencias salariales entre hombres y mujeres. Se trata de un paso para terminar con la discriminación de género.
En Suiza, las mujeres ganan alrededor de un 20% menos que los hombres, según la Oficina Federal para la Igualdad de Género. Esto significa que cada mujer pierde una media de 600 francos al mes (625 dólares).
Actualidad Laboral / Con información de swissinfo.ch