12-07-2018

Cada vez más empresas españolas reconocen tener dificultades para encontrar determinados perfiles, principalmente en el ámbito de la digitalización y las nuevas tecnologías. En concreto, y pese a que todavía hay más de 3,7 millones de parados, el 56,5% de las compañías españolas de tamaño medio -porcentaje que se eleva hasta el 60,8% si se extiende a toda la Unión Europea (UE)- ve complicado encontrar a los profesionales con las capacidades que necesitan, especialmente en los sectores de construcción e inmobiliario, industria, energía y servicios, según un informe publicado este miércoles por la consultora PwC.


Y esto se traduce en un problema económico: la escasez de talento lleva a las empresas medianas -aquellas que facturan entre diez y cien millones- a perder más de 14.500 millones de euros cada año en ingresos; lo que supone un 1,3% del PIB, según concluye el mencionado estudio, realizado con la valoración de casi 2.500 compañías. Si se suman las pérdidas de todos los países de la Unión Europea (incluyendo además a Noruega, Suiza y Turquía), el coste se eleva casi a los 324.000 millones de euros, el 2% del PIB.


"La lucha por la captación del talento ha sido siempre un caballo de batalla para las pequeñas y medianas compañías que, ahora, unida a la digitalización pueden convertirse en las claves para el futuro de muchas de ellas", explica María Sanchiz, socia responsable de Empresa Familiar en PwC.


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Pero, además de la escasez de talento y del incremento de la competencia, el tercer motivo de queja de las empresas medianas europeas tiene que ver con el incremento de la burocracia, del papeleo y de la regulación en sus mercados domésticos; y el efecto negativo que este fenómeno tiene sobre la iniciativa empresarial, algo que preocupa al 39% de los entrevistados y que se eleva hasta el 43% en España. Y es que, la mayoría considera que los gobiernos de sus países no están haciendo lo suficiente para impulsar sus negocios. Además, son críticas con el funcionamiento de las infraestructuras en sus lugares de origen, especialmente, en lo relativo a los servicios públicos, la protección al medio ambiente y la educación.


Pese a todo, las empresas admiten estar atravesando por un momento dulce, y en España el 68% confía en mejorar sus ingresos en los próximos doce meses, mayor optimismo incluso que en la media europea (64,8%). Esto se refleja también en sus planes de inversión en el corto plazo: el 60% tiene previsto incrementar sus inversiones en los próximos doce meses.


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