03-07-2017
En lo que va de año el gobierno del Presidente Maduro ha aprobado tres incrementos de salario mínimo y para Juan Carlos Varela, abogado especialista laboral de Littler, “eso no es otra cosa que un reconocimiento y una confesión expresa de la incompetencia del gobierno de poder controlar la inflación y el aumento del costo de la vida”.

Desde el punto de vista legal, “lo que esto significa es una nueva violación a las disposiciones de los convenios internacionales firmados por Venezuela, a los principios fundamentales del derecho laboral previstos en nuestra constitución y a los principios internacionales de la cooperación y participación de empleador, empleados y gobierno en las decisiones fundamentales que afectan la vida de un país en materia laboral”, opina el jurista.

Varela señala que Venezuela se jacta de ser cumplidora a cabalidad de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y “sin embargo, desde el inicio de la presidencia de Hugo Chávez no se convoca el diálogo tripartito, que es la punta de lanza para el aumento de salario mínimo en los países que forman parte de la organización”.

Este nuevo aumento decidido unilateralmente por el gobierno, “más allá de ser violatorio de las disposiciones internacionales sobre la fijación de salario, es otra vez un impacto desgarrador en las finanzas de los pequeños y medianos empresarios, ya que es imposible que se puedan ajustar las finanzas de las compañías a un aumento tan impresionante como lo es el 50% del salario mínimo, pues la mayoría de los trabajadores se encuentran en ese rango”.

El experto laboral de Littler indica que “para afrontar los efectos negativos de este incremento salarial, totalmente inconsulto, las compañías necesariamente requerirán a aumentar el precio de sus productos o despedir personal. El despido de personal en Venezuela es prácticamente imposible por la inamovilidad laboral, y el aumento de los precios será la opción que utilicen la mayoría de los empresarios pequeños, medianos y grandes lo que conllevará en los próximos meses a generar escasez porque cerrarán miles de empresas, o generará mayor inflación porque los costos subirán inmediatamente”.

Qué hacer ante este incremento salarial con los empleados que no ganan salario mínimo

Varela asegura que las empresas tendrán que reinventarse nuevamente, “nosotros estamos recomendándole a nuestros clientes, salirse un poco de la caja y pensar mas allá de lo que siempre han tratado de hacer o siempre han hecho y no ha funcionado o no va a funcionar en esta realidad. Quien no lo entienda hasta la fecha, lamentablemente no está claro en lo que va a ocurrir o está ocurriendo en Venezuela y probablemente esté poco preparado para poder surfear y poder adaptarse a la realidad.”

El abogado señala que en Venezuela lo que existe es una economía de guerra y por ende tienes que prepararte ante ello, “si las compañías siguen incrementando salarios a todos sus empleados, mas allá del porcentaje que fije el ejecutivo nacional para el salario mínimo, pues indudablemente eso nos llevará a una crisis aun mayor y al necesario cierre de las compañías porque no pueden ajustar sus precios a los costos que genera el incremento salarial”.

Varela recomienda a las compañías a buscar salidas creativas a los incrementos de salario. “Las salidas creativas tratan de eliminar los efectos salariales o los costos extras generados por el incremento salarial como son: el impacto a las prestaciones sociales, utilidades, beneficios laborales como vacaciones, bono vacacional, y demás. Una alternativa que están utilizando las compañías y que nosotros recomendamos es la creación de un fondo de prestaciones sociales especial y adicional a las prestaciones legales, que se rija por parámetros diferentes y que permita la mayor flexibilidad”.

Venezuela está viviendo situaciones que nunca había vivido, y debido a ello, es necesario reinventar a la compañía, y entender que estamos en una situación de guerra. “Esa supuesta guerra económica a la que Venezuela está siendo sometida según el Ejecutivo, en realidad es al revés, las compañías están siendo sometidas a una guerra de parte del Estado”.

Como es una guerra, las empresas deben de tratar de salirse de la caja, pensar de una manera diferente, y no seguir compensando a sus trabajadores con incrementos salariales. Porque “en un supuesto esperanzador Venezuela cambia, mejora la economía y si no cambia el sistema monetario, las compañías van a terminar pagándole a sus empleados miles de millones de bolívares si seguimos incrementando el salario con base a la inflación”.

“Es importante que la compensación se haga a través de alternativas no salariales y sin impacto fiscal de manera que se reduzcan los costos y al mismo tiempo se pueda beneficiar al trabajador. Tratar de ubicar o generar un menú de beneficios que no tengan impacto salarial, como por ejemplo la consecución de bienes y servicios pagados directamente por el empleador a través de intercambio con otras compañías. O la satisfacción de ciertas necesidades a través de productos, de medicamentos, de comedores, de becas para los estudios, que no vayan directamente ligadas a un aumento salarial”, expresó el especialista laboral.

En general, la sugerencia de Varela es que las compañías piensen la manera de compensar a sus empleados con base a la satisfacción de sus necesidades. “No es simplemente el pago de un salario para que ellos puedan cubrir sus gastos, sino es la forma de compensar el trabajo para retener en la empresa el talento que está siendo agobiado por la realidad del país, la escasez, la falta de insumos, la falta de productos, la falta de calidad de vida y obviamente la inflación y la devaluación”.

Para finalizar Varela anunció que Littler realizará seminarios en línea para poder detallar las acciones que pueden tomar las empresas legalmente, pero que a la vez permiten reducir los costos de las compañías sin disminuir el ingreso del trabajador, por el contrario, incrementándolo.

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