Si trabajabas para Ford en 1914, es probable que la empresa contratara a un investigador privado para que te vigilara.
Él sabría si te detuviste a tomar un trago, o si te peleaste con tu pareja, o si hiciste algo que afectara tu desempeño al día siguiente. Y todo llegaría a oídos de tu jefe.
Este seguimiento se daba debido a que los trabajadores de esta automotriz ganaban un salario de US$5 por día, casi el doble de lo normal en esa época, y que hoy serían unos US$124.
Tenías que ser un ciudadano modelo para pertenecer a la empresa.
Este operativo tipo 'Gran Hermano' estuvo a cargo del Departamento de Sociología de Ford, un equipo de inspectores que llegaba sin previo aviso a las casas de los empleados.
Tu hogar debía estar limpio, tus hijos asistiendo a la escuela, tu cuenta de ahorros en orden.
De lo contrario no solo perdías oportunidades de un ascenso, sino que tu empleo estaba en riesgo.
Ford ofrecía un salario que duplicaba los US$$2,39 por día que un trabajador ganaba en la época, pero exigía un código de conducta.
Pero la empresa también ofrecía múltiples apoyos, desde servicios médicos hasta cursos de limpieza.
El programa duró 8 años y era costoso. Muchos trabajadores rechazaban su paternalismo e intrusión.
Área en crecimiento
Hoy parecería algo intolerable para muchos, pues ¿qué tiene que ver tu trabajo con tu ropa sucia, tu cuenta bancaria o tus relaciones?
No obstante, la idea de que los empleadores intenten controlar la vida de los trabajadores fuera del horario laboral ha persistido, y las herramientas digitales lo han hecho más fácil que nunca.
¿Qué pueden (y no pueden) los empleadores hacer con estos datos? ¿Dónde deberíamos trazar una línea?
Todos estamos siendo calificados todos los días. Los costosos boletos de avión que compré recientemente ya aparecieron en mi puntaje de crédito.
El hecho de que he dejado de correr todas las mañanas ha sido notado por mi aplicación de entrenamiento físico.
Facebook sabe que me encanta la cerveza y pone anuncios en mi pantalla al respecto.
Hasta se ha adoptado un sistema de puntuación en el mundo corporativo. Las áreas de recursos humanos están procesando cada vez más volúmenes de datos para calificar a los empleados.
Hay cafeteras "inteligentes" que dan una bebida caliente con la identificación del trabajo, una oportunidad más para que tu jefe sepa cómo es tu comportamiento.
Algunos analistas creen que esta industria podría valer más de US$1.000 millones para 2022.
Un gran objetivo de la recopilación de datos es hacer "predicciones sobre cuánto tiempo permanecerá un empleado en el puesto, lo cual puede influir en la contratación, despido o retención de personal", dice Phoebe Moore, profesora de Economía Política y Tecnología en la Universidad de Leicester en Reino Unido.
La recopilación de datos está "cambiando las relaciones de empleo, la forma en que las personas trabajan y cuáles pueden ser las expectativas", dice Moore.
Actualidad Laboral / Ver completo en BBC Mundo / José Luis Peñarredonda