A siete semanas para el Brexit, el gobernante Partido Conservador negociaba con sus miembros hoy en un intento de reconducir el acuerdo de divorcio con la Unión Europea.
Mientras, políticos partidarios de seguir en el bloque y defensores del Brexit intercambiaron acusaciones sobre si la decisión de Nissan de no construir su nuevo modelo de SUV en el norte de Inglaterra era el último indicio de los daños económicos derivados de la salida de la UE.
La primera ministra británica, Theresa May, reunió a legisladores conservadores de ambas tendencias en un “grupo de trabajo de acuerdo alternativos” con el objetivo de romper el estancamiento que rodea al Brexit.
Durante tres días, el grupo mantendrá contactos con ministros y funcionarios públicos para investigar posibles cambios al acuerdo de divorcio entre Londres y Bruselas rechazado por una abrumadora mayoría en el parlamento el mes pasado.
Los cambios se centran en la sustitución de una medida conocida como salvaguarda, diseñada para mantener abierta la frontera entre el territorio británico de Irlanda del Norte, y la república de Irlanda, socio de la UE.
Bruselas insiste en el pacto de salida del bloque no puede ser renegociado.
Está previsto que Gran Bretaña se convierta en el primer país en abandonar la UE el próximo 29 de marzo, y el gobierno no ha aprobado ningún pacto sobre las reglas, condiciones y términos que sustituirán a su relación comercial sin fricciones de los últimos 45 años, desde que ingresó al bloque.
Durante el fin de semana, la automotriz japonesa Nissan anunció que no fabricará el nuevo modelo de X-Trail en su fábrica en Sunderland, Inglaterra, cancelando los planes anunciados hace dos años luego de que el gobierno de May realizó concesiones no reveladas para asegurar la competitividad de la firma tras el Brexit.
Nissan dijo en cambio que consolidará la producción de la próxima generación del X-Trail en su planta de Kyushu, en Japón, donde se fabrica el modelo actual.
La decisión se tomó por “motivos empresariales”, dijo la automotriz, que agregó que “la continua incertidumbre en torno a la futura relación de Gran Bretaña con la UE no ayuda a empresas como la nuestra a planificar el futuro”.