08-01-2018
El panorama laboral luce sombrío en 2018, debido a la caída continua de la actividad productiva en el sector formal de la economía. Las cifras no son nada alentadoras, advierte José Antonio García, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores, y Maryolga Girán, asesora laboral de Conindustria.
Coinciden en que desde 2015 se han perdido 3 millones de empleos debido al cierre de miles de empresas y a que el grueso de las industrias está operando a menos de 30% de su capacidad.
García afirmó que el sector comercio experimentó la mayor pérdida de puestos de trabajo: 750.000 empleos entre 2016 y 2017. Girán resaltó que 1.873 fábricas, medianas y pequeñas, cerraron en los 2 últimos años por falta de divisas para importar materia prima, lo que significó que se perdieran 93.650 plazas.
Las proyecciones y estadísticas sobre el comportamiento del mercado laboral, recopiladas por las centrales obreras y las organizaciones de empleadores, revelan que al cierre del año pasado el desempleo se colocó en 18,9% –el más alto de América Latina–, lo que equivale a 2,6 millones de trabajadores de una población económicamente activa o fuerza de trabajo de más de 14 millones de personas.
“Esa elevada tasa de desempleo es producto de la destrucción de los puestos de trabajo en el sector formal de la economía, como consecuencia de las malas políticas económicas del gobierno de Nicolás Maduro que han ocasionado el cierre de empresas o su funcionamiento a media máquina”, expresó el dirigente de la Únete. “Por la falta de empleo en el sector público y privado, los trabajadores migran a la economía informal o se van del país en la búsqueda de un mejor trabajo con mayores ingresos que les permita enviar dinero para mantener a sus familias”, añadió.
La asesora laboral advierte que en este año el desempleo sobrepasará la barrera histórica más alta registrada en el país desde 2003, cuando la tasa se ubicó en 22%. Indicó que las empresas están ahogadas por los excesivos controles del gobierno y la falta de divisas para adquirir las materias primas e insumos para sus procesos productivos.
(...) Fedecamáras, a través de la Organización Internacional de Empleadores, introdujo en 2016 y 2017 varias quejas ante la Organización Internacional del Trabajo contra el gobierno de Venezuela por incumplir el convenio 122 de la OIT sobre políticas de fomento al empleo decente con salario digno. En este mes vendrá a Venezuela una misión de expertos para evaluar in situ la denuncia de los empleadores sobre la pérdida millonaria de los empleos y fijar al Ejecutivo las correcciones correspondientes. Durante la visita, los expertos sostendrán entrevistas con los representantes gubernamentales y de las organizaciones empresariales y sindicales del país.
Girán precisó que, pese al éxodo de trabajadores, la nómina de las empresas que luchan por sobrevivir no crece por las dificultades económicas y operativas que enfrentan. Según las proyecciones de las organizaciones sindicales y empresariales, solo 28,6% (4 millones de personas) de la población económicamente activa laboraba en el sector formal durante 2017, lo cual contrasta con el índice de 52,5% del sector informal equivalente a 7,35 millones de trabajadores.
La situación venezolana no cubre los estándares laborales de los países con economías sanas, en las que la proporción del empleo formal supera 70% de la fuerza de trabajo y el desempleo no pasa de 2% o 3%.
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