La incertidumbre que genera un mercado laboral en constante transformación, en el que surgen nuevas profesiones y mueren otras a un ritmo vertiginoso, podría ser una oportunidad: en ese entorno de cambio podría llegarte el trabajo de tu vida. Aquello que sabes hacer y de verdad te gusta, convertido en una nueva necesidad, valorado por los empleadores... No importa el tiempo ni la edad. En cualquier momento puede llegar. Lo que no puedes hacer es quedarte parado esperando a que suceda. Igual que la inspiración debe pillarte trabajando, esa oportunidad laboral ha de pillarte preparado para responder a sus exigencias.
Silvia Leal, asesora de la Comisión Europea y directora académica en IE Business School, recuerda un estudio de la Universidad de Oxford realizado por Michael Osborne y Carl Frey que analiza más de 700 trabajos actuales, y concluye que el 47% de los empleos pueden considerarse de alto riesgo de ser automatizados en los próximos 10 o 20 años.
Leal explica que casi la mitad de las profesiones que hoy conocemos desaparecerán, pero las que se mantengan cambiarán radicalmente. Por eso cree que "si hay una renovación de estas profesiones, mucha gente que no tuvo la oportunidad de estudiar una carrera o de dedicarse a una actividad, tendrá una segunda oportunidad por caminos formativos y profesionales diferentes a los tradicionales".
Montse Ventosa, socia directora de Grow, añade que "no sólo desaparecen profesiones de toda la vida, y emergen otras nuevas sino que el mismo concepto de trabajo cambia. En nuestro país, uno de los lastres del crecimiento tal vez sea la creencia limitante de que hay que tener un empleo para toda la vida. No hay nada peor que estar en un trabajo en el que ya no se aprende, y en el que uno se apalanca en la zona de confort. La posibilidad de tener diferentes ocupaciones en distintas empresas, lejos de ser algo malo para el currículo, está siendo cada vez más valorado, al fomentar la capacidad de adaptación, y empuja el crecimiento de las personas al estimular su capacidad de aprendizaje".
Según Nekane Rodríguez, directora general de Lee Hecht Harrison, "lo más complicado es cómo mantener la motivación y que sigas pensando que esa oportunidad ideal llegará finalmente". Se refiere a la importancia que tiene estar a la vanguardia de las tendencias (analizando las profesiones emergentes y los pronósticos del mercado que nos ofrecen datos objetivos que hablan de nuevas oportunidades profesionales); saber lo que quieres e imaginar tu vida con 50 años cuando tienes 20; y reflexionar acerca de tu futuro laboral.
Preguntarse qué estaremos haciendo dentro de cinco años resulta fundamental. Es evidente que la incertidumbre y las dudas acerca de tu carrera profesional en el próximo lustro tienen consecuencias en tu vida profesional. Estar seguro de lo que harás dentro de cinco años es una ventaja competitiva clara en el mundo laboral cambiante.
Parece claro que conocer ese futuro es una ventaja, porque de este modo desarrollamos nuevos conocimientos y competencias encaminados a acercarnos donde queremos llegar. No sabemos cómo van a cambiar las posiciones ni cuáles serán éstas. Las empresas adecuan sus necesidades cada día para ser competitivas y, por tanto, debemos ser conscientes de que tenemos que ser muy flexibles... Y formarnos.
Ovidio Peñalver, socio director de Isavia, opina que "aunque es difícil, nunca es tarde para cambiar y conseguir ese trabajo soñado. Los empleos se transforman y el ideal puede llegar, porque quizá hay uno que ni siquiera está inventado. Busca y trata de estar preparado para cuando llegue. En esa búsqueda, debes centrarte en algo que esté basado en tus fortalezas; con lo que vibres".
La incertidumbre convertida en oportunidad lleva a Peñalver a recordar que incluso la crisis ayudó a mucha gente a encontrar su vocación. Para muchos profesionales, lo mejor que pudo pasar es que les despidieran o jubilaran, porque eso supuso un cambio radical en su manera de vivir, y un nuevo trampolín para una nueva carrera reinventada.
Montse Ventosa concluye que "el trabajo perfecto no existe. El que es perfecto para ti sí existe, pero no está creado. Tú debes generarlo a tu medida".
Ventosa ofrece algunos consejos para conseguir esa excelencia: lo primero es dedicar tiempo de calidad para preguntarse qué significa para uno el trabajo, qué se pretende conseguir, dónde se quiere llegar, qué papel juega en nuestra vida, en comparación con otros aspectos.
Recomienda no ser absoluto: "El trabajo ideal para ti es relativo y depende del contexto. No tengas una visión de blanco o negro, sino más gris, más relativa, y no te preguntes solamente qué te va a aportar a esa actividad, sino qué vas a aportar tú".
Otro consejo de Ventosa es "pensar en positivo y evitar las etiquetas que te limiten. No te dejes seducir por las apariencias (unas oficinas estupendas y modernas). Busca más allá y fíjate en lo que de verdad importa: la cultura, los compañeros, el trabajo en equipo, los jefes; la comunicación; la confianza; o tu función. Y no dejes nunca de buscar trabajo, como si fuera el primero, como si estuvieras en el mercado".
Actualidad Laboral / Con información de Expansión