¿Qué tienen en común el arte expresionista abstracto y la realidad virtual? Ambos fueron creados como proyectos alternos. La semilla de la curiosidad puede florecer en algo espectacular si tienes buen acceso a internet, un poco de tiempo y mucha devoción. Los proyectos alternos cambian vidas. ¿Qué te detiene?
Jackson Pollock trabajaba como intendente en una escuela durante el día y pasaba el resto de sus horas pintando. Palmer Luckey, el fundador de Oculus, tenía un trabajo de tiempo completo en la USC, pero dedicaba todas sus tardes en su cochera a construir el futuro de la realidad virtual. Y tienen mucha compañía en esto. Google, Twitter, Buffer, Todoist, Space X, Apple, Product Hunt, Trello: estas compañías son ejemplos de negocios increíblemente exitosos, que empezaron como un experimento; moldeadas y pulidas en horas extra de trabajo, mientras que sus fundadores seguían teniendo “trabajos reales” de nueve a seis.
Los proyectos alternos te hacen más feliz, más inteligente y más creativo
¿Cuál es la percepción errónea que más personas tienen sobre los proyectos alternos? Que empezar uno te va a distraer de tu trabajo real, te va a agotar, te va a complicar las cosas. Pero de hecho, es todo lo contrario. Jugar un poco en nuevos territorios te hará aún mejor en las cosas que ya sabes hacer. Dawn Sharifan, director de Operaciones de Personal de Slack, está de acuerdo con esto: “Al final, la gente que tiene hobbies o proyectos alternos dicen estar en un camino de mejora continua, curiosidad intelectual y bienestar integral”.
Otra empresa a favor de los proyectos alternos es Google, que es famosa por incentivar a que sus empleados dediquen 20% de su tiempo a explorar sus pasiones. Y es gracias a este sistema que Gmail, Google News y AdSense existen. Spotify hace dinámicas que duran toda una semana para motivar a sus empleados a explorar sus pasiones. Incluso, Y Combinator le pregunta a sus candidatos por sus proyectos alternos cuando están en una entrevista.
Y hay muchas investigaciones que respaldan esto. Cuando el Dr. Kevin Eschleman, profesor de psicología, examinó el efecto de contar con un proyecto alterno en más de 400 personas; encontró que aquellos que tenían algo a lo que dedicar su tiempo libre, estaban más dispuestos a ayudar a otros y eran más colaborativos y creativos. Esto es porque los proyectos alternos reducen las presiones de los trabajos regulares, de la misma forma que lo haría una noche de copas con tus amigos para relajarte, después de un largo día de trabajo. Pero en lugar de salir a beber esa copa de Merlot, estamos perfeccionando nuestras habilidades, incentivando nuestra curiosidad y poniendo a prueba nuestra capacidad intelectual. Esto es muy satisfactorio, renovador, y mejora nuestro bienestar.
Manejar un negocio o simplemente tener un trabajo real, es algo estresante de manera inherente. Necesitas ganarte tu sueldo. La gente debe ganar dinero. Hay una fuerte presión para desempeñarte y ser exitoso. Pero, tu proyecto alterno no lleva dinero a la casa, no dependes de él para pagar las cuentas. Así que si no funciona, no pasa nada. Y esa libertad es el elixir que ha hecho que tantos proyectos alternos pasen de la cochera, a las salas de juntas.
¡Ya es hora de comenzar! Empieza a poner las bases de tu propio proyecto con estos consejos:
Encuentra el tiempo
¡Es broma! A menos que estés en una vacación perpetua o que te hayas tomado un año sabático, los periodos largos de tiempo para descifrar cosas no existen. Y está bien, no los necesitas.
Los proyectos alternos florecen en ventanas después del trabajo, antes del desayuno, durante la comida, incluso en el metro. Todo el mundo tiene esos minutos mágicos, incluso la gente más ocupada o el CEO más trabajador del planeta. Y diluidos entre todo lo que tienes que hacer en el día, no hacen una gran diferencia. Pero a lo largo de las semanas, los meses y los años empiezan a sumar una buena cantidad de tiempo. Probablemente habrás tenido que deducirlos de otro lado, así que empieza a ver menos horas de Netflix, báñate más rápido, sal a correr más temprano. Porque tal como dice Paul Jarvis, “Hacer algo grandioso requiere sacrificios. Para cambiar tu mentalidad y experimentar con nuevas ideas, necesitas escoger un camino. Tienes que cambiar tu paradigma de consumismo hacia la creación”.
Así que libera esos pequeños momentos libres y protégelos, tanto como protegerías una comida con un amigo. Haz una cita en tu calendario de Google. Pon tu celular en modo avión. Pon un letrero de “no molestar” en tu puerta. Puede que te pierdas unos capítulos de tu serie favorita, pero ganarás algo mucho mejor. Solo recuerda que no se trata de ponerte una agenda estricta. Los tiempos de entrega te ayudan a hacer que las cosas pasen, pero no se trata de vivir doblemente estresado si no alcanzas a terminar algo, siempre y cuando sepas que estás dando tu mejor esfuerzo.
Nada mata más la inspiración que intentar encontrarla rápidamente. Este no es el momento de presionarte por el tiempo. Estás haciendo esto porque te gusta, no porque necesites enviarlo a algún lado lo más pronto posible. Además, si tú y tu proyecto alterno se están divirtiendo juntos, las cosas fluirán de manera natural, como una cita para jugar con alguien, no como una sesión de tutorías. Espera y ve lo que pasa a continuación.
Está presente
Necesitas justificar el tiempo que inviertes en tu proyecto alterno. Así que tiene que ser algo divertido, si no encontrarás excusas para no hacerlo. Las excusas siempre van a estar ahí, y resentirás el tiempo que sí inviertas, porque lo sentirás como una carga o una tarea adicional que debes cumplir. Ese extra de emoción sería como estar haciendo horas extra en la oficina. Porque la diversión será tu única recompensa al inicio. Me encanta la descripción que usan en Denim Huit Co de un proyecto alterno: una labor de amor sin riesgos y sin presiones. Y sobre eso, necesitas amar lo que vas a hacer gratis. Así que dedícate a hacer algo que realmente te guste. Algo que realmente te emocione y empieza desde ahí.
¿Puede estar relacionado con tu carrera? ¡Claro! Si es así, estarás construyendo un portafolio de habilidades que, sin duda, te ayudarán en el futuro. ¿Y si no hay conexión alguna con lo que haces en tu trabajo? ¡Perfecto! Te vas a convertir en una persona con muchos talentos. Y el resto es historia... Tal como Paul Graham, fundador de Y Combinator, escribió una vez: “La mejor forma de tener una idea para una startup es preguntarte: ¿qué te gustaría que alguien más hiciera por ti?” ¿Tienes un problema? Resuélvelo. ¿Sientes que algo falta? Constrúyelo. ¿Algo te hace ruido? Investígalo.
Hazlo simple… y luego simplifica lo que hiciste
Si tu trabajo diario es un tren que va en la misma dirección todos los días, tu proyecto alterno debe sentirse como un avión de papel. Debe ser un producto sin equipaje. O, como lo resumió Mikael Cho de Hail Mary Crew, “resuelve un problema de una forma más sencilla que los demás”. Bryan Helmig de Zapier CTO hace eco a este sentimiento: “Manténlo simple y divertido, no lo ahogues con un proceso. Trata de enfocarte en una pieza pequeña que valga la pena pero que no sea crítica, y que sea paralela al núcleo de tu negocio”. No incluyas aún el plan de negocios ni una estrategia detallada, por lo menos al principio. Este no es el momento de obsesionarte con hacer crecer tu idea.
Una de nuestras historias favoritas sobre proyectos alternos es la de Sofia Amoruso, fundadora de NastyGal. Esta chica recolectaba ropa vintage como hobby personal y la vendía en eBay, desde su pequeñísimo departamento en San Francisco. Pronto se dio cuenta de que la gente estaba dispuesta a pagar grandes cantidades de dinero por su ropa, y la compañía cobró vida. Actualmente, factura millones de dólares.
Abre las puertas al caos
Tú y tu proyecto pasan tiempo juntos de manera regular. Es divertido, pero… ¿sientes que todo es un poco caótico? ¿Confuso? ¿Amateur? ¿Incorrecto? Relájate. La imperfección es perfecta cuando se trata de un trabajo alterno. Tiene que ser desordenado. Y con un proyecto alterno, no hay bien o mal. Porque simplemente es un experimento, nada más y nada menos.
Un proyecto alterno debe sentirse como un lugar de juegos para adultos. Juega, diviértete, camina por avenidas que terminan en callejones sin salida, por el simple gusto de hacerlo. Ábrele las puertas al caos. Eso es lo bonito de los experimentos: no pueden salir mal. Solo estás probando una hipótesis. No debe haber presión para triunfar, no hay consecuencias que considerar, no hay fracasos que temer. Y justo dentro de ese triángulo maravilloso de factores, la magia sucede. Como lo preguntó Sheryl Sandberg alguna vez, “¿Qué harías si no tuvieras miedo?”. Absorberías la información de otra forma, tomarías más riesgos, harías conexiones más profundas.
Deshazte de los objetivos planeados
Puedes llegar a dudar sobre si invertir tiempo, energía y dinero en algo que no tiene una estrategia clara. Es complicado soltarte un poco. Así que, ¿por qué no tomar esa pluma de tinta indeleble y empezar a dibujarte un futuro? Soñar sobre a dónde podría llevarte tu proyecto es emocionante; pero cuando empiezas a ponerte objetivos y a analizar los resultados, la emoción empieza a diluirse. Suéltate un poco. Obsesionarte por el éxito puede resultar en sentimientos paralizantes, y puede decepcionarte si las cosas no salen como las has planeado. Eso no es divertido.
El punto es que los proyectos alternos no deben de seguir un plan, así que planear cosas es una pérdida de tiempo. Despega la vista del camino. Date la oportunidad de ir a cualquier lugar sin la presión de llegar a ningún lado. Disfruta el viaje.
Comparte tu trabajo
No dejes que tu semilla permanezca enterrada demasiado tiempo. El aire fresco, la luz y los ojos de los demás le harán mucho bien. Independientemente de en qué etapa te encuentres, abrir una conversación de dos vías te ayudará a seguir avanzando.
Para Noah Kagan, la idea de AppSumo apareció mientras hablaba con otros usuarios sobre KickFlip, su otra startup. “Empecé App Sumo porque todas las compañías de juegos seguían mencionando que necesitaban menos herramientas de monetización, y más clientes. Queríamos resolver esa parte para el mercado de aplicaciones”, dijo.
Explicar tu idea a otros te ayudará a encontrar huecos en ella, y luego a rellenarlos. Haz que la bolita ruede hacia delante y hacia atrás. Pide retroalimentación. Crea nuevas iteraciones, refínalas y hazlas cada vez más claras. En cuanto compartas tu idea, ya sea en Medium, YouTube, en un podcast o simplemente en una conversación, la haces real. Se la has compartido al mundo. Y empiezas a construir tu audiencia. Y así es como construyes una comunidad, y luego una startup.
Mastícalo
Si le dedicas tiempo a algo que realmente capte tu curiosidad, no hay malos resultados. No le restará a otras partes de tu vida, sino que las hará crecer. Tal como lo puso Gumroad, fundador de Sahil Lavingia, “No tengas miedo de morder lo que no sabes. Si puedes masticar, aprenderás a masticarlo”.
En el mejor de los casos, tu proyecto alterno florecerá para convertirse en una startup. En el peor de los casos, habrás aprendido una valiosa lección y te habrás preparado para tu siguiente experimento. Recuerda que el éxito no solo tiene que ver con la riqueza y los logros profesionales. Hay otro tipo de éxito, mucho más callado, que viene de aprender cosas nuevas, de perseguir lo que amas y de sentirte satisfecho a nivel personal.
Así que, pon a trabajar tus músculos creativos. Explora la tangente. Construye algo. Y compártelo con el mundo cuando esté listo. Pero hagas lo que hagas, no te presiones demasiado. Es solo un proyecto alterno.
Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur