Durante 12 años, Érica Borda, de 48 años, manejó un colectivo (camioneta de transporte público) de la línea 140; pero, en 2011 perdió su trabajo. Entonces, separada y a cargo de cuatro hijos, debió enfrentarse con la desigualdad de género. "No tomamos mujeres", fue la respuesta que se cansó de escuchar al ofrecerse como conductora en incontables líneas de colectivos de la Capital y el Gran Buenos Aires en Argentina.
Finalmente, con el patrocinio jurídico de la Defensoría General de la Nación (DGN) presentó una acción de amparo contra el Estado nacional y tres empresas de colectivos. Así fue como, varios años después, la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo determinó que esas compañías deberían contratar mujeres hasta alcanzar el 30% de su planta de choferes.
Ayer, el Gobierno oficializó a través del Boletín Oficial la creación del Registro de Mujeres Aspirantes a Choferes de Colectivo (REMACC), para cumplir con ese cupo del 30%. Se hizo bajo la órbita de la Dirección de Protección e Igualdad Laboral, en el ámbito de la Comisión tripartita para la igualdad de oportunidades (CTIO- Género).
Actualidad Laboral / Con información de La Nación Argentina