El liderazgo es una responsabilidad seria, pero, por la forma en que lo abordan, algunos parecieran no comprenderlo. He observado a mis amigos y colegas que se encuentran en posiciones de liderazgo cometer errores similares una y otra vez, y yo me incluyo.
Mi intención al compartir estos errores es que sirvan como rieles de protección en el liderazgo y como una herramienta de autoevaluación.
Esperar a que los empleados descubran lo que deseas
He escuchado a algunos líderes decir: "Sé lo que no quiero, pero no sé lo que quiero".
Si no proporcionas dirección, las personas llenan los vacíos de la manera que pueden. Esto genera líderes micro dispersos por toda la organización que tratan de construir lo que creen que es la mejor línea de acción.
Descubre qué te motiva. ¿Por qué el mundo necesita tu producto? Luego, comunica de manera clara tu visión e ideas a tu equipo.
Comportarte como un empleado cuando se espera que seas un líder
Los empleados tienen una visibilidad limitada dentro de toda la organización y la futura hoja de ruta. Están enfocados en el día a día, pero miran hacia el liderazgo en busca de motivación, oportunidades de crecimiento e innovación.
Asegúrate de superar el enfoque estrecho en detalles y tener una visión más amplia de la organización y su futuro. Muestra compostura en lugar de pánico, innova en lugar de mantener el status quo y demuestra propiedad en lugar de criticar y culpar.
Proporciona dirección estratégica en procesos y metodologías, y ofrece retroalimentación. Comprende cómo crear oportunidades mantendrá a tu equipo motivado y desafiado. Crea trabajos interesantes que fomenten el crecimiento. Resuelve problemas difíciles.
Los empleados modelarán el comportamiento que ven. No termines creando sin querer una cultura que nunca tuviste la intención de tener.
Traer asesores sin controles ni equilibrios
El liderazgo es un rol solitario y, a veces, los líderes no tardan en convertir a sus seguidores o amigos en sus asesores en lugar de traer personas expertas en el campo. Esas personas son propensas a decirte lo que quieres escuchar y, en muchas ocasiones, ese consejo resulta más perjudicial que útil.
Supervisa el trabajo de tus asesores y evalúa su efectividad con metas medibles y retroalimentación del equipo. Asegúrate de que los asesores se integren con el equipo en lugar de trabajar en su propio silo sin un impacto considerable.
Delegar el liderazgo
La delegación no está destinada a deshacerte de tu trabajo. Delegas para empoderar a tus compañeros de equipo y ayudarlos a crecer. Claro, la delegación es un secreto para escalar tu organización. Pero eso no significa que externalices tu propio trabajo en nombre de la delegación. Esto no es liderazgo, sino delegación disfrazada de fracaso. Por ejemplo, responsabilizar a otra persona de crear una visión y un producto y comprender el mercado.
No puedes hacerlo todo tú mismo, entiendo eso. Pero, ¿tú qué aportas? Ensúciate las manos: tu arduo trabajo atraerá automáticamente el respeto de los miembros de tu equipo.
Ocultar información entre equipos
No compartir información de manera transparente con tu equipo les impide tener la mejor oportunidad para el éxito. Sin darte cuenta construyes silos de información y, al final, nadie tiene la imagen completa.
He visto casos en los que los líderes enfrentan resistencia a una idea de un equipo, van a otro y luego tratan de mantener a los dos equipos alejados el uno del otro. Dedica tiempo a convencer a todo el equipo y obtener su apoyo en lugar de evitarlos para crear caos y conflicto innecesarios. Desperdiciar recursos y tiempo reduce la productividad y es un gran desmotivador.
Presionar a los equipos para que avancen a toda costa
Existe la creencia general de que ser el primero en el mercado brinda una ventaja tremenda sobre los competidores. Los fundadores quieren ser los primeros y están dispuestos a gastar capital sin medida. Pero he visto a muchas más empresas fracasar por crecer demasiado rápido. Principalmente porque los líderes no tienen un gran apetito por el riesgo.
Tu reacción ante un contratiempo, ya sea culpar o señalar con el dedo, cambia instantáneamente la cultura de la empresa en lo que respecta a la toma de riesgos. Da ejemplo de lo que buscas al adoptar una mentalidad a largo plazo y considerar aspectos como el rendimiento, la confiabilidad y la sostenibilidad. Concéntrate en tus elecciones que inevitablemente llevarán a la deuda. Reflexiona si estás constantemente parchando las cosas. Reevalúa tu alcance o cronograma para obtener la calidad que deseas.
No planificar en caso de fracaso
Es un cliché decir: "No tengo un plan B. Mi plan B es hacer que mi plan A funcione".
De alguna manera, esa declaración se ha traducido en no pensar en los peores escenarios, no planificar para ese día lluvioso. Algunos líderes no tienen espacio para el "y si".
No puedes estar en lo correcto todo el tiempo, y ni siquiera se trata de ti. A veces, las circunstancias son difíciles de prever y no puedes controlar tu entorno. Dedica el tiempo necesario desde el principio para pensar en los escenarios que podrían salir mal y en las medidas para resolver esos problemas.
Caer en la tentación del Síndrome del Objeto Brillante
Recuerdo vivamente cuando se lanzó Clubhouse, la aplicación de podcast en vivo, había tantos fundadores que querían subirse a la tendencia y construir alguna funcionalidad similar a Clubhouse.
Twitter construyó su propio Clubhouse. Reddit hizo lo mismo, Facebook siguió el ejemplo y cada plataforma de redes sociales quería su propia extensión de Clubhouse. Tengo un par de amigos fundadores que querían decir: "Yo también soy capaz de construir un producto similar a Clubhouse".
Estar en un estado constante de distracción pensando que otras cosas vale la pena perseguir tiene un costo enorme: el presente. Haz una pausa y pregúntate a ti mismo: ¿realmente necesitas esa funcionalidad? Evalúa alternativas, ¿no puedes registrarte en una sala privada en Clubhouse y usarla antes de reinventar la rueda? Este tipo de competitividad te quemará más rápido de lo que piensas.
Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur