Albert Ko, que ha pasado por 5 rondas de despidos en sus 15 años de trayectoria profesional, perdió su trabajo en dos de estas ocasiones. Actualmente es el director de la web para trabajo en startups AngelList Talent. Entre sus funciones se encuentra ayudar a la gente a encontrar nuevos puestos de empleo, les ofrece consejo y dedica tiempo a revisar sus Currículum Vitae.


Con un mercado laboral global en el que, a pesar de que las cifras de despidos permanecen históricamente bajas, los golpes que han recibido los sectores tecnológico y financiero han añadido más inestabilidad a la incertidumbre actual, Albert Ko comenta tres errores comunes que ha identificado en los buscadores activos de empleo.


Según el mismo, estos son los fallos y así es como se evitan:


Polivalencia y no especialización


Cuando se actualiza el perfil de LinkedIn o se pule el CV, uno puede plantearse intentar añadir cada habilidad lograda y cada tarea superada. Ko comenta, desde la visión del empleador: "Tú no quieres ser bueno a todo. Se bueno en unas pocas cosas". Ofrecer una lista tan amplia no da una buena imagen al lector sobre los dominios que se poseen. "La gente señalará lo buenos que son en ventas y en marketing y en operaciones, y yo pienso: 'No puedes ser bueno en las tres, y ni siquiera necesito que lo seas'".


Por tanto, el experto aconseja lo primero reflexionar sobre aquello que mejor se hace, y sobre lo que se quiere hacer a continuación. Se trata, para Ko, de mezclar el talento con los intereses personales, así como con las necesidades del mercado laboral. Una vez claro todo ello, entonces se procede a publicar el despido en las redes y a buscar una nueva oportunidad.


Además, Ko pide asegurarse de que el CV y la carta de recomendación se adecúen a las necesidades de cada organización por la que el trabajador se interese. "Enfatiza tus puntos fuertes. Nadie necesita a un generalista, sino a quien sea realmente bueno en aquello que necesitan solucionar". De ser posible, afirma que también se debe cuantificar el propio trabajo, explicar cómo repercutió positivamente en el negocio y/o cómo generó dinero.


Dudas o falta de claridad


Albert Ko dice que el hecho de que mucha gente ya publique sus despidos es bueno para erradicar el estigma de pedir ayuda. Asegura que ha visto como antiguos compañeros, personal de reclutamiento e incluso directores responden de manera positiva a esta práctica. Sin embargo, para pedir ayuda a los contactos de las redes sociales, el interesado debe saber qué es exactamente lo que quiere.


Hacer una lista con gran variedad de pequeños hitos, o explicar por encima o de manera poco concisa la labor o las labores que se quieren realizar a continuación, son claros ejemplos de este segundo error. Ko comenta que: "Si hablas de manera muy general sobre el tipo, el rol, o la compañía para el que se quiere trabajar, los contactos no encontrarán la manera de intentar aportar una solución, y probablemente ya estén ocupados ayudando a su vez a otros contactos".


Para ayudar a ser ayudado, se debe ser específico: comentar el tipo de compañía deseado, o incluso acudir al mismo jefe o departamento de Recursos Humanos de la misma. "Que me digas que estás buscando un trabajo cualquiera en operaciones o en marketing no me ayuda", añade Ko. Si no se tiene esto del todo claro, el experto asegura que al menos se puede hablar de la atmósfera de trabajo que se persigue: tamaño de la empresa, industria, tipos de productos o servicios a los que se quiere contribuir...


Desperdiciar las ayudas


A parte de hacer convocatorias abiertas en LinkedIn, Albert Ko propone acudir a otras webs o redes de contactos personales: contactos profesionales de la Universidad, grupos de padres, equipos deportivos... organizaciones sociales diversas de las que se forme parte. Advierte, sin embargo, de la templanza emocional necesaria tras un despido, así como de la actitud necesaria para escuchar consejos y opciones que probablemente no sean de mucho agrado. "No tienes muchos intentos de salir ahí fuera y pedir referencias laborales", sentencia.


De la misma manera, alerta del hecho de perseguir muchas oportunidades, de manera que se incluyan aquellas por las que se sabe que realmente no se tiene mucho interés. "Los empleadores y referentes saben cuando no vas en serio. Si ponen algo en juego por ti y tú no estás seguro de aprovechar la oportunidad, eso se va a convertir en un problema para ti", dice Ko, alertando.


El peligro de hacer esto radica tanto en hacer perder el tiempo al empleador, como en la posibilidad de quemar los contactos de los que se disponga. Así, si esto sucede, Albert Ko aconseja agradecer el apoyo al referente, y explicarle a su vez por qué se cree que la oportunidad no va a ser lo que más convenga al solicitante. "Céntrate en lo que te interesa y busca únicamente entrevistas laborales que puedan llevar a su consecución".


Actualidad Laboral / Con información de El Economista