Compartir tiempo con tu pareja permite conocerse mejor el uno al otro, saber cuál son sus preferencias, manías… Es un punto a favor de cara a afianzar la relación. No obstante, hay entornos o situaciones en los que puede resultar menos beneficioso para ambas partes.

El trabajo es uno de los lugares donde se crean más parejas; pero también de los más difíciles para sobrellevarla. Al ser un lugar en el que se pasa tantas horas juntos, la relación tiende a intensificarse y a tensarse pues, aunque todos los enamorados quieren pasar tiempo con su pareja, cada persona necesita su propio espacio. Si además de la jornada laboral también se tienen que ver en casa, resulta complicado separar la relación amorosa de la laboral.

También existe su lado bueno y es que, tener los mismos horarios permite no depender de los trabajos de cada uno para poder hacer planes fuera del entorno laboral.

Puede ser que en determinado momento se den cuenta de que trabajar juntos no es la mejor manera. Si es así, hay solución (y no implica tener que romper la relación ni nada parecido). Siempre que sea posible pueden jugar el as de pedir un cambio de departamento cualquiera de los dos para así no tener que dejar de trabajar en la misma empresa pero ya no pasaran tanto tiempo juntos. Nuevas experiencias, anécdotas y vivencias que contar cuando lleguen a casa.

El trabajo no es el mejor lugar para las rupturas

Terminar una relación es algo muy difícil pero aún más si, cada día, tienes dos mesas más allá a tu ex pareja. Es un hecho que tienes que tener en cuenta antes de afianzar la relación, sobre todo si ha nacido en el seno del trabajo.

Si esta situación se acabase dando, lo más responsable y más maduro es que cada uno de ustedes siga su vida y no trate de entorpecer el día a día del otro. De lo contrario, las tensiones pueden propiciar la salida de uno de los dos.

Actualidad Laboral / Con información de Forbes