El presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven), Freddy Ceballos, advirtió este jueves que la situación en el sector se ha tornado “aún más crítica” debido a la escasez de medicamentos aunado a la quiebra de, por lo menos, 45 farmacias independientes entre los estados Anzoátegui, Lara, Barinas, Zulia y Nueva Esparta, como consecuencia de las "políticas" de la Superintendencia de Precios Justos (Sundde).

En ese sentido, indicó que “viene un conflicto nacional” con las farmacias independientes donde no descartan tomar ninguna acción al no recibir respuesta por parte de las autoridades gubernamentales. “Aquí la única manera de que este Gobierno entienda que va a suceder algo es que tú le generes un conflicto. Nosotros los farmacéuticos no queremos conflicto”, agregó.

Aunque dijo que no existe ninguna acción concreta, adelantó que podrían convocar a un paro de farmacia, pero precisó que no quisieran perjudicar a los pacientes. “La Federación Farmacéutica de Venezuela nunca ha convocado paros porque no es el interés del colectivo farmacéutico (…) pero ¿vamos a dejar que todas las farmacias quiebren?”, preguntó.

Por otra parte, aseguró que la escasez de medicamentos se ha agudizado durante los últimos meses por lo que “ya los pacientes están saliendo a la calle a manifestar, a decir: no tengo (medicinas)”.

Mencionó, igualmente, que existe un 85% de escasez de medicinas en el país donde no se encuentran inhaladores para los pacientes asmáticos, ni medicamentos para quienes sufren de la próstata ni los de hipertensión arterial.

Aseguró, además, que existe “corrupción” tanto en el Ministerio del Poder Popular para la Salud como en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) de donde algunas personas sacan medicamentos prohibidos para su venta y los comercializan en más de 100 mil bolívares.

También alertó que la digoxina y la insulina se están dispensando en el sector público con fechas vencidas, por lo que instó a los pacientes a estar atentos.

Freddy Ceballos ha argumentado en reiteradas ocasiones que la Sundee no le ha reconocido la estructura de costos ni a las farmacias ni a las droguerías y, en cambio, los obliga a vender los medicamentos a precios regulados que no alcanzan a cubrir los costos.

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