23-12-2013

Entre el ajetreo y el estrés que pueden ocasionar las responsabilidades en el área de trabajo, las personas tienden a descuidar un elemento importante.

Se trata de algo que compone a cada ser humano y que, de cultivarse, le permite desarrollarse de manera personal y profesional: la espiritualidad.

Desde hace seis años, los líderes del programa “Espiritualidad: Herramienta clave para el éxito”, proyecto dirigido por la Asociación de Ejecutivos de Ventas y Mercadeo de Puerto Rico (SME, por sus siglas en inglés), refuerzan la importancia de proveer espacios en el trabajo para la reflexión y los pensamientos positivos.

Celebrado en las instalaciones de Goya una vez al año, este evento invita a profesionales a ser partícipes de un día en donde se llevan a cabo charlas y conferencias dirigidas por diferentes personalidades de todas las denominaciones, todos cuyo tema principal es la fe y la inspiración.

Según la Dra. Nélida Rivera, presidenta actual del SME, el ser humano como ser holístico necesita cultivar la espiritualidad para crecer y desarrollarse a plenitud.

“El fomentar la espiritualidad en el área de trabajo no tiene que ver necesariamente con la práctica de una denominación religiosa en particular. Cada individuo tiene la libertad de determinar prácticas religiosas y centrarse en un dogma, sea cual sea. Pero la búsqueda de llegar a la plenitud y la espiritualidad se cultiva independientemente de la religión de preferencia”, sostuvo Rivera.

Esta energía positiva que se desarrolla no solo ayuda a cada persona a nivel personal, sino que es de suma importancia traer esas prácticas al área de trabajo, otorgándole al equipo un espacio en donde se enfatice la reflexión, enfatizó la entrevistada. Según Rivera, esto también ayuda a entender la visión macro de aquello que los une como empresa y como individuos.

“Estamos viviendo en un mundo de retos y cambios constantes. Uno debe tener una oportunidad de reflexión, un momento de balance, que a su vez nos ayude a ser más productivos, colaboradores y compasivos”, explicó.

“Como organización abonamos a proveer a través de estos espacios un evento y reuniones de pensamientos positivos para todos juntos ir el pos de mejorar nuestros hábitos y comportamiento”, añadió Rivera.

“Los ejecutivos no entienden muchas veces que como seres humanos, estos espacios son indispensables”, resaltó Rivera.

La presidenta del SME agregó que este tipo de práctica también fomenta la colaboración entre el equipo, al tiempo que propicia el trabajo comunitario y la aceptación entre las diferentes generaciones que se encuentran en un mismo lugar de trabajo. Asimismo, le permite a la empresa una proyección valiosa y distinta.

Con información de www.elnuevodia.com

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