La tercera ola de la covid empuja a la economía a cerrar el primer trimestre del año con una contracción del PIB (producto interno bruto) del 0,4%, según las nuevas proyecciones que ha publicado este martes el Banco de España. Este flojo inicio de año contribuye a que, en el escenario central del supervisor, el rebote de la actividad para el 2021 se quede en un 6%; ocho décimas menos que lo estimado a mediados de diciembre y aún más lejos, de las previsiones del Gobierno del 9,8%.
El supervisor cree que “la actividad debería repuntar con fuerza a partir de la segunda mitad del año. A medida que se vaya completando el proceso de vacunación, el levantamiento de las restricciones y la reducción de la incertidumbre, deberían dotar de un elevado dinamismo al gasto doméstico”. ¿De qué dependerá el ritmo de la reactivación de la economía? El Banco de España destaca el consumo privado, después de meses de fuerte ahorro, junto a la recuperación gradual del turismo internacional.
Escenario central
En función de la evolución de la pandemia, la vacunación, así como el grado de recuperación del consumo y el turismo extranjero, fijan tres supuestos: en el 2021, la actividad crecerá un 7,5%; 6% y 3,2% respectivamente, en función de que el escenario sea suave, central o severo. Para el próximo año esperan un crecimiento, en el supuesto más probable, del 5,3%; impulsado por el rebote del segundo semestre de este año, y el retraso en el impacto de los fondos europeos de recuperación.
El organismo que comanda Pablo Hernández de Cos señala que, si en diciembre estimaban que el Gobierno podría invertir este 2021 el 70% de los fondos comunitarios presupuestados, ahora reducen la ejecución a un 55%. De esta forma, revisan a la baja la aportación de estas inversiones de 1,3 puntos del PIB a un punto.
Fondos europeos
En el planteamiento central, la tasa de paro media pasaría del 15,5% del 2020 al 17% (solo tienen en cuenta la aplicación de los ERTE -Expediente de Regulación Temporal de Empleo- hasta el 31 de mayo). Mientras que el déficit se situará en el 7,7% del PIB y la deuda pública, se quedará estancada en torno al 117% del PIB hasta el 2023. Además, señalan que las perspectivas más la actividad volverán al nivel previo a la pandemia a principios de 2022; y en el caso del escenario central, sucedería algo más de un año después y, en el severo, más allá de finales de 2023.
Dado el mantenimiento de la incertidumbre, el organismo sigue estableciendo tres escenarios de proyección. El escenario central para los próximos meses, explica el análisis, contempla la posibilidad de que surjan nuevos brotes, “de similar intensidad al del inicio del año”, con restricciones parecidas a las vigentes. Estas medidas de contención desaparecerían, prácticamente, a finales de este año, gracias a la progresiva administración de las vacunas. Además, consideran en este supuesto más probable, que el nivel de turismo extranjero se acerque en verano al 60%.
Actualidad Laboral / Con información de La Vanguardia