El sector automotriz, gran referente de la actividad industrial y del empleo en España, ha reducido sus plantillas en 49.000 personas en los últimos 15 años. Un periodo que incluye el impacto de la crisis, pero también el cambio estructural en el que está inmerso el sector. Las 17 fábricas de vehículos en el país pertenecientes a grandes multinacionales han recortado 7.000 empleos, un 9,5% de los que tenían en el 2002. El ajuste ha sido mayor en los fabricantes de componentes: 34.000 puestos de trabajo menos, un 13,82% del total.
Las plantas de automóviles y sus proveedores suman en la actualidad 279.000 empleados, según los datos recogidos por la consultora Torres y Carrera, que destaca que, pese al ajuste producido, la automoción sigue siendo pieza esencial de la economía española.
Numerosas empresas han abandonado las actividades de menor valor añadido
Han sido quince años agitados por cierres de plantas como los de Lear o Delphi, que de golpe se llevaron por delante miles de empleos, en un contexto de continuo goteo de recortes. Muy presionados por las sucesivas exigencias de la bajada de precios, numerosas empresas han abandonado las actividades de menor valor añadido, como hizo por ejemplo Ficosa con los cables, o las han desplazado a países más baratos.
“La automatización de las plantas explica, en gran parte, el recorte de empleo”, señala Xurxo Torres, director general de Torres y Carrera y responsable del estudio. Otros analistas apuntan también a las deslocalizaciones en busca de mano de obra más barata. Se empezó con los países del Este de Europa, pero ahora el fenómeno se ha extendido a países más cercanos, principalmente Portugal, con la consiguiente alarma de la Xunta de Galicia, y más recientemente Marruecos, donde se está asentando un polo automovilístico potente, después de la instalación de Renault y PSA. Hasta allí los han seguido dos de los grandes grupos de componentes de España: Gestamp y Ficosa, que fabricará en Rabat cámaras y sistemas de visión para todo el mundo. Un elemento esencial para el llamado coche del futuro, conectado y automatizado.
Los grupos españoles de componentes tienen 350 plantas
Los fabricantes de componentes constituyen uno de los pilares más relevantes de la industria española. Los datos recogidos en el estudio de Torres y Carrera lo corroboran: una cifra de negocio de 34.000 millones de euros anuales y unas exportaciones de 19.510 millones, lo que equivale al 57% de la facturación.
Más de un millar de empresas de componentes están instaladas en España, y el sector en su conjunto ha invertido casi 7.500 millones de euros en Investigación, desarrollo e innovación ( I+D+i ) en los últimos diez años, lo que lo sitúa como la cuarta actividad industrial con mayor gasto dedicado a innovación; así apunta la consultora, que cita como fuentes a la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (Oica) y a la patronal automovilística europea Acea.
Los grandes grupos españoles de componentes, entre los que destacan Gestamp, Antolín, CIE y Ficosa, cuentan con más de 350 fábricas en 35 países. Un ejemplo de la elevada internacionalización que exige esta actividad. Los componentes representan aproximadamente un 75% del coste del vehículo. De ahí la fuerte presión a la que se ven sometidas las empresas para recortar costes, por parte de los grandes fabricantes de automóviles.
En España hay 17 plantas automovilísticas pertenecientes a ocho grandes grupos multinacionales, todos ellos de capital extranjero. Salvo Seat, que cuenta con centro de innovación y desarrollo propio, el resto tienen poco protagonismo dentro de sus casas matrices en lo referente a estrategia de producto y avances tecnológicos. Su ventaja competitiva se mide sobre todo por sus costes, principalmente los laborales.
El último ejemplo de ese modelo, basado en los costes, se ha visto en el convenio de Opel, hoy integrada en el grupo francés PSA. Se han aceptado importantes sacrificios salariales (congelación este año y subida equivalente al 50% del IPC en el 2019 y el 2020) a cambio de mantener la producción del Corsa, que PSA amenazó con retirar de Figueruelas (Zaragoza). Pulsos similares para la adjudicación de modelos se han vivido anteriormente en Nissan.
De las fábricas de vehículos situadas en territorio español, la de Seat en Martorell cuenta con la mayor plantilla, con 8.000 personas aproximadamente y una producción de 455.000 unidades al año. Le siguen PSA en Vigo, Ford en Almussafes (Valencia), Opel en Figueruelas y las plantas de Renault en Palencia y Valladolid. El primer productor es el grupo Volkswagen (sumadas Seat y VW Navarra), con más de 700.000 vehículos al año.
Actualidad Laboral / Con información de La Vanguardia