Los trabajadores que cobran actualmente en España el salario mínimo interprofesional (SMI), sufrirán una pérdida de 1,8 puntos porcentuales de poder adquisitivo; según los cálculos del Servicio de Estudios del sindicato UGT (Unión General de Trabajadores) a los que ha tenido acceso el medio El Economista. Los economistas del sindicato, parten de una previsión de inflación media para el presente año del 2,4%, en línea con la defendida por el Banco de España y por extensión el Gobierno. Recientemente, el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, asumió los datos del Banco de España que ha anunciado que la inflación media del año, terminará por encima de su última previsión, el 2,2%.
Por otro lado, desde el sindicato recuerdan que aunque el Gobierno ha aceptado un incremento del SMI del 1,579% para el último cuatrimestre del año; en el conjunto de 2021, el incremento se reduce al 0,6%, pues durante ocho meses, han tenido congelado sus salarios. De aquí, la pérdida del 1,8% del poder adquisitivo para los cerca de 1,5 millones de personas que tienen sus ingresos ligados al SMI.
El Servicio de Estudios de UGT alerta en el informe económico de que el incremento (15 euros al mes) ha sido, "que duda cabe, muy reducido". Sin embargo, desde el sindicato consideran que debe ser valorado positivamente, porque el efecto para sus perceptores es "como el de un vaso de agua en el desierto, para alguien perdido en sus dunas: no soluciona en absoluto su grave problema, pero le permite aguantar un poco más".
En este sentido, consideran que es positivo que el acuerdo alcanzado incluya la ratificación del compromiso del Gobierno para que el SMI alcance, al menos, el 60% del salario medio. Esto a partir de enero del año 2023, (en torno a 1.050 euros al mes por catorce pagas; 1.225 euros en doce pagas o 14.700 euros al año en la comparativa con la mayoría de países de la UE).
Efectos agregados
Los economistas de la Unión General de Trabajadores remarcan que el aumento del SMI, junto al beneficio para los trabajadores afectados; contribuirá -aunque de manera muy moderada-, a potenciar efectos muy positivos a nivel agregado: impulso de la demanda, aumento de los ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social, reducción de situaciones de pobreza e incentivo de los negocios más productivos y que conllevan mejores condiciones laborales.
Actualidad Laboral / Con información de El Economista