Movilizaciones, concentraciones, iluminación en rojo de fachadas y edificios, balcones vestidos de rojo se suscitaron por todo el país este jueves; durante la jornada de movilizaciones convocada por Alerta Roja, la asociación que ha logrado el consenso de la gran mayoría de los trabajadores de la música y la cultura en general, para instar a las Administraciones Públicas a que tomen medidas urgentes para garantizar la supervivencia del sector. Las protestas, realizadas en 28 ciudades, piden también la creación de una gran mesa de trabajo donde "se empiecen a construir unas bases firmes, sólidas y duraderas para el sector, que necesita de una reglamentación homogeneizada, específica y adaptada a las especiales circunstancias y particularidades en las que se desarrolla; permitiendo a todos los implicados disponer de seguridad jurídica, teniendo en cuenta todas las disciplinas".
Todas las movilizaciones y concentraciones son de asistencia controlada y planificada, con un sistema de "tickets" que permite controlar el número y la identidad de los asistentes (para facilitar trazabilidad en caso de algún contagio). En total fueron unos 16.000 asistentes en las 28 ciudades (con una media de unas seiscientas personas por cada una), donde se desplegaron hileras de "flight cases", las cajas que transportan instrumentos y caldeados para los conciertos, que se han convertido en el símbolo de la movilización.
En Madrid, el inicio de la protesta estuvo pasado por agua por los chaparrones que cayeron en la capital por la tarde, pero a partir de las siete se empezaron a reunir cientos de personas en la Puerta del Sol, hasta llegar a unas mil quinientas. La protesta acabó en la Puerta del Sol, donde se leyó un manifiesto que propone una serie de medidas para autónomos, trabajadores por cuenta ajena y empresas, con dos grandes reivindicaciones globales: "Que se reconozca al sector del espectáculo y los eventos entre los sectores principalmente afectados por la pandemia de la covid-19, con la consideración por instituciones y administraciones públicas como un sector especialmente perjudicado y prioritario; y la reactivación inmediata de las agendas culturales y de eventos de las administraciones públicas, bajo el estricto cumplimiento de todos los protocolos de seguridad sanitaria".
Los artistas que no han podido acudir a las movilizaciones en persona, las están apoyando a través de las redes sociales. La Bien Querida ha compartido una foto de su balcón con una bandera roja, Guille Galván de Vetusta Morla ha tuiteado "Todo mi apoyo en a la movilización de hoy", y Quique González ha posteado: Hoy es el día de reivindicación de todos los profesionales del sector de los espectáculos y eventos. Hoy es 17S. Súmate. Estamos en #AlertaRoja".
También se han sumado artistas del "mainstream" como Manuel Carrasco: "Todo mi apoyo en este momento a mis compañeros y compañeras (técnicos, programadores, auxiliares, backliners, cargas, montadores, acomodadores, seguridad, músicos...) en un momento especialmente duro para todos... Estamos en #alertaroja". O Alejandro Sanz: "Soy músico. Y hoy, como todas las personas que formamos parte de este sector, estamos en #alertaroja. La cultura es esencial para el futuro". Otros que se han unido a la convocatoria son Leiva, Jorge Martínez de Ilegales, Malú, Ismael Serrano, Sheila Blanco, Sergio Dalma, Bustamante, Jorge Drexler y un interminable etcétera que también incluyó a cómicos como Goyo Jiménez o El Monaguillo.
Después de haber ignorado sus reclamaciones durante meses, el ministro de Cultura Rodríguez Uribes ha hecho una aparición en redes a escasas horas del arranque de las manifestaciones; para anunciar que ha pedido a las Comunidades Autónomas que se planteen reconocer las salas de conciertos como lugares de cultura y no de ocio nocturno. Pero todo apunta, a que los que ayer protestaron en la calle y en las redes no lo considerarán suficiente.
Actualidad Laboral / Con información de ABC España
Fotos cortesía El Heraldo