Auxiliares de dependencia, sanitarios, mensajeros, trabajadoras del hogar o cajeras de supermercado son algunos de los trabajos esenciales durante la pandemia del coronavirus; para quienes la ONG de cooperación para el desarrollo Oxfam Intermón, ha propuesto una serie de medidas por ser los "más precarios y peor pagados", especialmente los subcontratados. Oxfam Intermón ha publicado su informe "Esenciales" en el que advierte de que "la precariedad afecta con especial fuerza, a quienes durante la pandemia se han revelado como imprescindibles para cuidar y salvar nuestras vidas". De manera que apuesta, por incluir a los profesionales de estos trabajos en el eje de la reconstrucción.
"Ellos y ellas han sido los esenciales, los que no han podido parar mientras se paraba todo lo demás. Y salen de la pandemia igual que entraron: precarios", ha explicado Liliana Marcos, experta en políticas públicas y desigualdad de Oxfam Intermón, que hace un diagnóstico de la desigualdad que marca estas profesiones.
Los subcontratados, el colectivo más afectado
Un colectivo sobresale por encima del resto, los subcontratados, cuya tasa de despidos entre quienes están en esta situación multiplica por seis la del conjunto de sectores; aunque igual de precario, es el gremio de las profesiones del hogar y cuidados. "Una auxiliar de geriatría tiene un sueldo base de algo menos de 1.000 euros, y una trabajadora del hogar no tiene derecho a desempleo", ha explicado Marcos; que precisa que una de cada tres trabajadoras del hogar vive por debajo del umbral de la pobreza.
La precariedad alcanza a los sanitarios, con especial incidencia entre los jóvenes: la tasa de temporalidad es del 80% entre las y los enfermeros de 24 a 35 años contratados en el sistema público. Un ejemplo es Cristina, una joven médico interina que acaba de terminar su residencia. "Encadenas contratos de suplencias de un centro a otro y puedes llegar a firmar 20 o 30 contratos al año; durante la pandemia se han firmado contratos que empezaban un lunes y acababan un viernes".
Contratos de menos de una semana
En 2019, más de 1 de cada 3 contratos con duración determinada tenía una duración inferior a una semana; mientras que, prácticamente, una de cada tres personas asalariadas (28,27%) tuvo tres o más contratos. La tasa de temporalidad en España es la más alta de la Unión Europea, el doble de la media comunitaria, señala la ONG.
Otro problema es el desempleo. Oxfam calcula que la pandemia costará más empleos en España, que en otros países de su entorno. Por cada punto que disminuya el PIB -prodcto interno bruto-, la tasa de desempleo subirá 0,2 puntos en el Reino Unido, 0,3 en Italia o Francia y 0,8 en España.
En cuanto a la parcialidad, la Organización Internacional del Trabajo -OIT- estima en unos 5,5 millones los trabajadores infrautilizados, porque querrían trabajar más horas de lo que actualmente hacen. Una realidad que, según la ONG, tiene rostro de mujer, ya que el 74% de las personas con contratos parciales son mujeres. Ante esta panorama, Oxfam propone dar más poder de negociación a trabajadores, hacer más costosa la contratación temporal para reducir su uso, mejorar las prácticas de contratación de las administraciones públicas, reforzar la inspección laboral y reducir el impacto que la subcontratación o los falsos autónomos, tienen en la reducción de costes salariales.
La ONG ha lanzado una recogida de firmas para lograr apoyo a estas propuestas. "No podemos permitir", dice Marcos, "que las personas que nos han cuidado esta pandemia tengan estos niveles de inseguridad. Tenemos que cuidar de quienes nos cuidan".
Actualidad Laboral / Con información de RTVE