Las manifestaciones de este 1 de mayo que han recorrido este mediodía las calles de las principales ciudades españolas, encabezadas por Madrid y Barcelona; han estado marcadas por los reclamos en favor de los derechos de las mujeres, que se han ido repitiendo a lo largo de la marcha. Con permiso de la reivindicación para unos salarios más justos y la advertencia de un incremento de la conflictividad social, el movimiento feminista ha sido el auténtico protagonista de este Día del Trabajo.
En Madrid, unas 50.000 personas –según los sindicatos– lanzaron consignas que retomaron el espíritu de las manifestaciones feministas del 8 de marzo. La actualidad también se metió en la marcha, con gritos contra la sentencia de La Manada. “No es abuso, es violación”, “ni una más”, cantaban las mujeres en la cabecera de la manifestación. “No es no, lo demás es violación”, clamaban los manifestantes mientras la cabecera entraba en la Puerta del Sol.
De igual forma, en Barcelona desafiaron la lluvia entre 30.000 –cifra de los sindicatos– y 10.000 –Guardia Urbana– personas. Como en Madrid, el caso de La Manada también ha cobrado un especial protagonismo en la capital catalana. La manifestación la abría una pancarta con el lema “no es abuso, es violación” y detrás se situó la cabecera habitual con los líderes sindicales y los representantes políticos.
Los sindicatos advierten de más movilizaciones
Volviendo a la capital de España, los sindicatos ya habían calentado el ambiente en los minutos previos a la marcha. “O hay reparto o hay conflicto. Cuando la riqueza se distribuye de forma injusta, la movilización está garantizada. Auguramos un escenario de conflicto creciente”. Con estas palabras definió Unai Sordo, el secretario general de la CCOO (Confederación Sindical de Comisiones Obreras), el marco en el que los sindicatos plantean la negociación salarial en los próximos meses, durante la presentación de las movilizaciones, esta mañana.
Una movilización que, los representantes de los trabajadores, han querido ligar a las históricas manifestaciones feministas del 8 de marzo y de los pensionistas, definiéndolas como “un primero de mayo feminista, juvenil y pensionista”. Para ello, los dos Secretarios Generales de CCOO y UGT (Unión General de Trabajadores) han apostado por una puesta en escena en morado, que no ha pasado más allá de las formas y de prometer que las secretarias de igualdad podrán hablar al final de la manifestación, en la tribuna de cierre que está preparada en la Puerta de Sol de Madrid.
“Un primero de mayo feminista, juvenil y pensionista”
Con bufanda y jersey morado, el discurso de los sindicatos ha sido el mismo que se ha repetido en los últimos meses. Reclaman que la recuperación macroeconómica se traslade a los salarios. “Este primero de mayo tiene que ser el punto de inflexión para repartir la riqueza”, ha asegurado Pepe Álvarez, secretario general de UGT. “Los sindicatos queremos ser el acicate para que ese cambio se produzca, y consideramos que la movilización debe ser clave para conseguirlo”, ha asegurado Unai Sordo.
Los representantes de los trabajadores también se han referido al acuerdo para la subida de las pensiones al IPC (índice de precios al consumidor), que han pactado el PNV (Partido Nacionalista Vasco) y el Gobierno. Lo han calificado como “insuficiente” y, según ha especificado Sordo, “lo único que hace es congelar la reforma de 2013, pero el problema sigue siendo el mismo. Instamos a un pacto de estado que asegure que habrá pensiones públicas, al menos para las tres próximas décadas”, ha pedido el máximo representante de CCOO.
La manifestación, con protagonismo femenino
En la manifestación, en medio de un ambiente festivo y reivindicativo, el poder de convocatoria de los sindicatos estuvo muy lejos del que tuvo la manifestación feminista del 8-M en los primeros momentos. Si bien, más adelante fuentes sindicales apuntaban que había más participación que el año pasado. En la cabecera, con ausencia de jóvenes, destacaban el líder del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), Pedro Sánchez, junto a Ángel Gabilondo, al frente del partido en Madrid. Detrás, miles de personas que lanzaban discursos y críticas contra la reforma laboral, y en favor de unas pensiones dignas.
Barcelona: críticas a la manifestación apoyada por la ANC
El secretario general de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco ha dicho que la manifestación de hoy muestra que los trabajadores “no están preocupados por una sola cosa sino por un todo”. Pacheco lamentó en referencia a ANC (Asamblea Nacional Catalana) y la Intersindical-CSC (Intersindical-Confederación Sindical Catalana) que no se haya hecho una sola movilización, ya que se divide a los trabajadores.
Por su parte, el secretario general de UGT, Camil Ros, ha explicado que la manifestación de hoy comenzó con la protesta feminista del 8M y siguió con la de las pensiones. Durante los parlamentos en la Plaça de la Catedral, Ros ha advertido que “este Primero de Mayo es el inicio hacia una huelga general en todo el Estado”. El líder de UGT también lamentó la convocatoria de la ANC para esta tarde a la manifestación de Intersindical-CSC, semanas después de la manifestación en apoyo a los políticos presos, a la que asistieron las ramas catalanas de los principales sindicatos.
Actualidad Laboral / Con información de La Vanguardia
